Un hincha es una persona que sigue con pasión y entusiasmo a su equipo o deportista favorito, en palabras de Galeano es el jugador número 12, "el que sopla los vientos de fervor que empujan la pelota cuando ella se duerme, como bien saben los otros once jugadores que jugar sin hinchada es como bailar sin música". Si, un hincha es quien sigue a su equipo, aunque éste juegue a 17.324 km de su ciudad. Algunos no entienden cómo lo hacen, otros sí y otros tantos, hablan por hablar porque no conciben como algunos que tenían ese gran sueño, lo bajaron a la realidad. Entre los miles de hinchas de la albiceleste que coparon Rusia, pudimos hablar con Juan Manuel Lamacchia que está allá desde el minuto cero, para que nos cuente cómo se vive esa pasión sin escalas.

Cuatro años planeando
La espera entre un mundial y el siguiente es el tiempo de planificación. Desde que se confirmó que el próximo destino sería Rusia este grupo de siete amigos supo que, cueste lo que cueste, lo iban a vivir en vivo y en directo. “Juma”, como le dicen sus amigos, nos cuenta que “el viaje se pensó desde el mundial pasado y la idea siempre fue venir a Rusia, porque sentíamos que era la edad ideal para disfrutar un mundial y más que nada, sabiendo que podía ser el último de Messi en plenitud”. Así fue como empezaron a programar y reservar hospedajes desde mitad del año pasado, “algunos hospedajes y reservas los teníamos pagos desde Octubre, con Argentina sin clasificar al mundial, así que fue todo medio jugado” añade.

Viviendo el sueño
El sueño de cualquier futbolero es ver la selección de su país en un mundial y ese sentimiento, es inigualable, “las organizaciones son distintas, los estadios son distintos y el clima que se vive es distinto y muy festivo” cuenta Juma haciendo hincapié en el sentimiento de camaradería que hay entre los argentinos, “acá vez un argentino y le podés preguntar cualquier cosa que siempre te ayudan. De hecho, hay grupos de Whatsapp y en Facebook y siempre alguien te da una mano”. Se ayudan para conseguir entradas, viajar, hospedarse y hacerse el aguante.

Sabor del encuentro
Los días que no hay partido son pocos, pero los aprovechan para recorrer o ir al centro de cada ciudad donde la mayoría de los hinchas pasean y se arman grupos donde los canciones de aliento nunca faltan. Los argentinos al ser tantos y moverse en masa, eligen un “punto de encuentro” en cada destino. Juma nos cuenta que “a veces es el lugar más turístico de la ciudad, porque como buenos argentinos, nos encanta hacernos notar” pero recuerda que en Moscú eligieron un bar.
Lo más lindo de la experiencia de vivir un Mundial es “la cantidad inmensa de hinchas de todos los países, el alma festiva del mundial durante todo el día, pero con un respeto total y mutuo entre todos los países” remarca Juan haciendo hincapié en que no se vive la violencia en el fútbol como acostumbramos acá. Mañana será otra oportunidad para gritar GOL y seguir manteniendo la ilusión hasta el final. 

Si querés seguir el viaje de Juma, entrá en: www.norusianoparty.blogspot.com

PING PONG
Una cábala: tengo más cábalas que años. Me traje amuletos míos de Mar del Plata y los tengo guardados en la habitación. Soy muy cabulero y tengo como un pequeño ritual que lo repito, hasta la ropa.
Partido inolvidable: sin duda contra Nigeria. Por cómo se vivió, por cómo estaba la gente y lo que significó el triunfo, sin duda será inolvidable.
Un menú mundialista:  hamburguesa con papas fritas o algún sandguchito, pero con cerveza siempre. Es muy difícil encontrar pizza en Rusia.
Un lugar para el recuerdo: Plaza Roja. Es impresionante.