Proyectar, idear, soñar… Aunque siempre intentemos tener consciencia de nuestro presente, parte de nuestra naturaleza está en mirar para adelante, con expectativas que nos mantienen “ocupadas, activas y, sobre todo, gustosas de fantasear con ello”, explica la psicóloga Fernanda Díaz. El solo hecho de planear “nos conecta con lo que deseamos y esto es fundamental para vivir una vida saludable y feliz”. Entonces, ¿por qué no?

Si das un paso hacia lo que querés, lo que querés dará dos pasos hacia vos

Soñar no cuesta nada
Estás en tu compu haciendo planillas de Excel y no parás de mirar la página de cursos online de manualidades… Puede que, en realidad, tu pasión sea esa —no el título colgado en la pared— y estés desperdiciando tu energía, tu tiempo y tu motivación en algo que no te llena. Por eso, lo esencial es el autoconocimiento: “descubrir qué es lo que te da placer, cuál es el proyecto que desearías llevar a cabo, aquello que siempre quisiste hacer y no te animás”. Tanto en el ámbito personal como profesional, la buena formulación de objetivos es fundamental.

Escribí en una hoja pensamientos relacionados con tus deseos y, al cabo de un tiempo, volvé a leerlos para ver cuál se sostiene en el tiempo y evaluá si son tangibles y posibles de concretar.

Tiempo a tu tiempo
Las mujeres andamos a mil todo el día y no siempre creemos tener tiempo para parar un poco la pelota y pensar qué es lo que podría generarnos felicidad realmente. Según Díaz, si no encontramos el momento para dedicarnos a nosotras, lo importante es generarlo y respetarlo, más aun cuando se trata de proyectos personales y de cosas relacionadas con el disfrute: “siempre hay un tiempo para uno mismo, por más pequeño que sea, porque eso es justamente lo que nos permite un bienestar personal que también se verá reflejado en los otros roles que nos toca afrontar”.

 “Descubrir qué es lo que te da placer, cuál es el proyecto que desearías llevar a cabo, aquello que siempre quisiste hacer y no te animás” es esencial, afirma Fernanda Díaz

¡Dale, nena!
No a todas se nos da por estar pensando en cambios o en nuevas actividades y a muchas también nos genera cierta incertidumbre o miedo el largarnos a hacer algo distinto. Saltar “al vacío” es algo que puede ser gratificante, aunque en algunas personas puede generar angustia. No hay que acobardarse: existen muchos pasos previos, etapas de planificación y análisis que ayudarán a que todo el proceso sea más agradable. Luego, el hecho de concretar o no los proyectos “depende del accionar de cada uno, de su voluntad, entre otras cosas, y está ligado a cuánto confía la persona en sí misma, a su autoestima, y si se cree capaz de llevarlo a cabo o no”, explica la especialista.

¡A por ello!
Ponernos trabas, muchas veces mentales, suele ser el primer obstáculo para ir tras eso que queremos lograr. “Es necesario salir de esa zona de comodidad ‘incómoda’ y ponerse en marcha, proyectar, conectarse con el deseo y salir tras él”. Nadie dice que de la noche a la mañana vayas a tener una empresa multimillonaria o puedas recorrer Medio Oriente con la Cruz Roja, pero si tenés claro qué es lo que te haría bien, podés ir sumando pasos que te acerquen a eso que soñás.
“Lo importante es proyectar metas cortas y realizables, porque si no es muy probable que nos quedemos en el intento y nos frustremos por no lograrlas”, advierte Díaz. Dar el primer paso siempre es importante, tanto como ser persistente y fiel a tu objetivo. Poder establecer verdaderamente qué es lo que querés, grande o chiquito, cerca o lejos, pero animarte a ir tras ello. Confiá y animate a disfrutar del viaje…

“Algunas personas esperan que sus metas se hagan realidad mágicamente, otros las generan accionando efectivamente”, asevera la coach Andrea D’Urso

CLAVES PARA LOGRAR LO QUE QUIERO, por Andrea D’Urso*
- Enfocá el objetivo: este debe ser formulado con la mayor precisión posible, en forma clara y consciente, y en lenguaje positivo; muchas veces corremos el riesgo de expresarnos desde el NO, desde lo negativo. Ejemplo: “No quiero viajar más por trabajo”. La afirmación adecuada sería: “Quiero trabajar en mi ciudad”. Recordá que las palabras positivas son asimiladas en las emociones.
- Establecé un plan de acción: “¿Hacia dónde voy?”. Sin una visión clara y positiva, podemos perder el “timón” fácilmente. ¡Enfocalo como si fuese algo que ya conseguiste!
- Determiná los recursos: “¿Qué necesito para llevarlo a cabo?”. Pueden ser recursos materiales, emocionales o económicos. Formulá tu estrategia, es decir, ajustá y disponé las acciones para alcanzar el objetivo.
- Conectate: generá nuevos vínculos, rodeate de profesionales, investigá y capacitate según sea necesario.
- Definí la temporalidad: precisá el tiempo en que querés conseguir tu objetivo dentro de tu plan de acción y fijate un plazo para llevarlo a cabo.
- Optimizá: reformulá tu o tus objetivos y dimensionalos; algunos requerirán de microacciones o mini metas antes de llegar a su realización total.
*Practitioner en PNL- Escuela Iberoamericana de PNL y Coaching
ESPECIALISTA CONSULTADA
M. Fernanda Díaz
Psicóloga (MP 46924)
Adolescentes/adultos
25 de mayo 3519