¿Cómo fue tu experiencia en Esperando la Carroza?
La experiencia de hacer temporada acá fue buenísima. El elenco fue divino y la dirección de Leonor Manso fue bárbara. Mar del Plata nos recibió con mucha calidez y nos permitió trabajar y, a la vez, disfrutar de la ciudad y de un ritmo más tranquilo al que traíamos de Buenos Aires.

¿Cómo te preparaste para tu personaje?
Prepararme para el personaje fue difícil porque venía de trabajar con Leonor, Viviana Saccone y Gonzalo Urtizberea en Los ricos no piden permiso, en un personaje bastante definido y pasé a hacer otro, con los mismos compañeros.Se me desacomodaba un poco y me repetía. Leonor por suerte me marcaba.
Pasado ese instante, fue muy grato. Leonor como directora tenía claro qué quería contar con mi personaje, entonces no me tenía que preocupar por no hacer lo que hizo Mónica Villa en la película, sino más bien ocuparme de qué quería transmitir la directora y qué quería transmitir yo.

¿Cómo fue volver al ruedo en la pantalla chica con Los ricos no piden permiso?
Venía haciendo más cine y teatro, y había hecho bastantes miniseries. Fue muy buena la experiencia porque sentí que todo ese tiempo que no estuve haciendo telenovelas, me pude nutrir de otras cosas y pude aportar a este personaje un montón de ideas que antes no se me habían ocurrido. Sentí que podía aplicar mi misma forma de trabajar en cine, en teatro o en la televisión en una tira diaria. El personaje empezó de una manera y en Polka fueron muy receptivos y lo pude desarrollar, proponer y me escucharon. Pudimos construir un personaje con contradicciones como todo ser humano.

¿En qué medio te sentís más cómoda?
No hay un medio en donde me sienta más cómoda. Me encanta el teatro porque permite expresarme con el cuerpo, con la voz y los textos más elaborados. También me gusta el lenguaje de la cámara en televisión, como empecé de chica lo tengo muy incorporado y me siento cómoda, en el aspecto técnico también.
No me gusta estar siempre en un mismo lugar porque la rutina en cada uno de ellos es muy demandante por motivos distintos y eso me cansa. Poder variar y pasar de uno a otro me parece que es muy rico, te hace ejercitar diferentes músculos y nutre uno a otro.En los tres me siento bien y me pongo contenta cada vez que me llaman.

¿Cómo se llevó tu personaje de “mala” en Los ricos no piden permiso con el público en la calle?
Yo pensé que me iban a odiar y me iban a decir cosas horribles, pero no. Me preguntaban “¿por qué sos tan mala?” pero con cierta simpatía, había algo que les caía bien. Creo que el humor que tenía Marisol la ayudaba a ser más entradora. Para mí fue muy divertido, es más divertido ser mala que ser buena.

Ahora te vas a Londres, ¿también por estudio como en veces anteriores?
En esta oportunidad voy a ensayar con una directora inglesa que va a venir a montar una obra en la temporada 2018. Voy a ensayar y a definir con ella la versión de la obra que vamos a hacer, porque hay que hacer una adaptación. Vamos a ensayar durante diez días. Principalmente, voy para hacer eso y ver gente conocida, ver teatro, pasear, comprar libros y recorrer la ciudad. Volver a nutrirse.

¿Vas a estar en alguna telenovela este año?
A mediados de abril comienzo a grabar una telenovela con Nicolás Cabré por canal 7, Cuéntame cómo pasó. Está basada en la serie española que protagoniza actualmente Imanol Arias. Es la historia de una familia, madre y padre con sus hijos, la madre de ella, algunos vecinos del barrio y cómo los afecta la realidad. Está contada en una década de la historia argentina que va de1974 al 1983 y cuenta cómo los sucesos que van pasando los atraviesa como núcleo, en la intimidad.

 Es más divertido ser mala que ser buena

PING PONG
Un medio: los tres. Cine, teatro y televisión.
Una actriz que admires: Elena Roger.
Un coprotagonista ideal: Rodrigo de la Serna.
Una película para ver mil veces:Hello, Dolly!
Un libro:El guardián entre el centeno de J. D Salinger.