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Laurita: bailando en su sueño

Después de mucho esfuerzo y dedicación, Laurita Fernández vive su momento como un aprendizaje constante y dando lo mejor de sí.

Podemos decir que explotaste y que estás viviendo tu sueño…
Sí, re, pero aunque pareciera que exploté y que fue todo muy rápido, en realidad, fue todo muy escalonado. Yo hace mucho que trabajo e hice todos los pasos en todos los trabajos. Fui utilera en el teatro y ahora ocupo un enorme lugar en Sugar. Fue todo de a poco, un proceso donde viví cada etapa, cada rol y cada laburo que me hizo tener experiencia y aprender para hoy tener oportunidades relindas, y eso hace que las valore el triple. Yo sé lo que me costó y el sacrificio y la perseverancia que eso lleva. Recuerdo la primera vez que entré en un teatro hace once años, que era utilera, y sentí la misma adrenalina y nervios que siento antes de salir a escena con Sugar.

¿Y cómo vivís ser jurado del Bailando habiendo estado vos del otro lado en tantas ocasiones?
Creo que me hace entender muchas cosas de las que les pueden pasar a quienes están expuestos recibiendo una crítica o presentando una coreografía. Pero también me hace no justificar un montón de excusas que puedan llegar a tener los bailarines. Por ejemplo, cuando me dicen que no tuvieron tiempo de ensayar, no me la creo, porque yo tampoco tenía tiempo y, a veces, terminaba ensayando a las cuatro de la mañana.

Y hablando del tiempo, ¿cómo hacés ahora que estás con tantas cosas a la vez?
(Risas) La verdad que siempre fui muy hiperactiva y muy de capacitarme en todas las áreas que hoy abarco. Incluso, con cosas que me vinieron medio de golpe, como la conducción, soy muy estudiosa y muy de querer dedicarme a hacer lo que hago bien. Hago lo posible para que lo que se vea y lo que doy esté bueno. Siempre fue mi sueño vivir de esto, más allá de ser más o menos famosa, y hoy estoy tratando de disfrutarlo.

Y con tanta autoexigencia y tanta exposición, ¿cómo lográs disfrutarlas?
Es difícil, porque a veces te tocan trabajos en los que te encontrás demasiado expuesta y tienen sus cosas lindas, pero tienen otros momentos en los que una se siente en la mira y la gente encima dice cualquier cosa. Pero trato de mantenerme en eje: si tengo que decir algo, lo digo en privado y, cuando voy a trabajar, trato de dar lo mejor de mí, siempre con educación y con respeto. Y ahí siento que no vas a fallar porque lo hacés con buena intención y con el corazón. Puntualmente, desde el rol de jurado me toca esto a mí, y al otro le puede molestar que le critique la coreo, pero es parte de mi trabajo y yo soy exigente conmigo y con los otros.

“Soy muy estudiosa y muy de querer dedicarme a hacer lo que hago bien”

Sí, esa autoexigencia se ve reflejada a la hora de juzgar…
Sí, re, porque en el Bailando tenés todas las herramientas para ser el mejor y dar lo mejor. Y pienso que si no te lo tomás con responsabilidad y con respeto, pensando en que estás llegando a un montón de casas y que podés mostrar algo relindo… No sé, para mí no basta con cualquier cosa. Yo busco lo mejor y exijo lo mejor.

Y con todo lo que te está pasando, ¿cómo te ves de acá a 20 años?
Y… la verdad que me veo haciendo todo lo que estoy haciendo, pero también dejo que la vida me sorprenda. Hay muchas cosas que me pasaron que no me esperaba y esta buenísimo soltar y decir “que venga lo que tenga que venir”.

Claro, porque vos en realidad sos una chica de barrio, que laburó a full para poder llegar…
Claro, yo no es que tengo un familiar o un conocido, la cuestión es que mis padres me inculcaron a que apueste y persevere. Fui a mil castings donde me rebotaron, en los que no me llamaron, en los que la pasé mal, lloré, pensé que no servía, que se había ido la oportunidad de mi vida… Por ejemplo, yo al Bailando no busqué entrar… fui al casting a acompañar a unas amigas y quedé, pero mis planes eran otros.

¿Y buscaste ser jurado del Bailando o no te lo esperabas?
No, la verdad que no. Nunca lo pedí y las veces que me tantearon les decía que no. Y cuando me lo plantearon más seriamente, yo sinceramente les dije que no creía que era para mí, pero ellos insistieron en que confiaban en mí.

¿Y ahora, qué pensás de haber dado el sí?
Bueno, tal vez no me esperaba que sea con tanto ruido, pero lo voy surfeando y me está enseñando un montón de cosas, como que lo privado ya no existe más, que todo la gente lo exterioriza, que no me tengo que preocupar de lo que los demás dicen y que lo importante está en las personas que te quieren y te hacen bien. Y hoy más que nunca lo valoro y abrazo a mis raíces, que me conectan con cosas lindas.

Lindas como el amor…
Sí, re, y lo de Nico (Cabré) es algo que no me esperaba de verdad. Ahora estamos relajados. Al principio, empezamos a salir y yo medio que no quería decir nada, hasta que él me dijo: “Lau, ¿de qué nos escondemos? No estamos haciendo nada malo, queremos hacernos bien…” y la verdad que fue la mejor decisión blanquear y no generar un misterio alrededor nuestro.

En este número hablamos de la importancia de estar bien por dentro para verte bien por fuera, ¿vos cómo te cuidás?
A mí me gusta mucho caminar, sobre todo al aire libre. Y de toda la vida me gusta mucho el deporte, practico tenis porque me hace bien y me renueva la energía. También entreno, obvio, y hoy justo hablaba en la radio (Dale que Vale) de este tema y la relación con la comida. La verdad, yo no soy de esas personas que dicen “yo entreno y puedo comer de todo”, porque les estaría mintiendo. No, me cuido, trato de comer dentro de todo sano, pero la realidad es que no me obsesiono, también me doy mis gustos. No me vuelvo loca, pero soy responsable, porque si me quiero ver bien no me la puedo pasar comiendo grasa. Y también hago muchos trabajos de engría para equilibrarme, como el Reiki, que me ayuda a estar en eje en estos momentos en que es fácil desestabilizarme.

“Hoy más que nunca valoro y abrazo mis raíces, que me conectan con cosas lindas”

PING PONG
Un momento del día: la noche, cuando todo termina.
Una pareja de baile: Mati Napp.
Una virtud: la perseverancia.
Un defecto: la ansiedad.
Te saca de quicio: la falta de profesionalismo.
Un sueño: poder vivir toda mi vida de esto y formar una linda familia.

TEXTO: Julieta Otero / FOTOS: Gabriel Machado

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