Desde la antigüedad, el número siete encerró un halo de misterio. Todos sabemos la frecuencia de su aparición en la Biblia -los días en que Dios creó el mundo, los pecados capitales, los sacramentos, entre otros-. Alighieri lo usaba en sus obras y Pitágoras lo catalogó como el número perfecto, para él representaba la unión de la triada humana con la divina. Si asociamos el número cuatro a la tierra -con sus cuatro elementos y sus cuatro puntos cardinales-, con el sagrado número tres -que simboliza la perfección-, llegamos al número siete -que representa a la totalidad del universo en movimiento. Así, esta misteriosa cifra se convierte en un puente entre el cielo y la tierra. Pero sin ir más lejos, el siete está en nuestra cotidianidad constantemente: son siete los días de la semana, los colores del arco iris, las notas musicales, los días que forman la fase lunar… Y, así como está en todos lados, también se encuentra adentro nuestro, ya que los ciclos vitales del ser humano se rigen por septenios; que diferencian las etapas más importantes de nuestra vida.

Los ciclos vitales del ser humano se rigen por septenios que diferencian las etapas más importantes de nuestra vida

Constelaciones mágicas
Los septenios son periodos de tiempo que organizan y definen las etapas de los seres humanos. En cada una de esas etapas, el clima astrológico varía y, por lo tanto, cambia la energía con la que se transita cada momento. La astrología puede explicar mucho sobre el carácter mágico del número siete, incluso el modelo celeste está conformado por siete esferas: el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. La astrología es un conocimiento milenario que se basa en la relación existente entre las constelaciones del universo y los individuos. Es decir que, a través de su interpre-tación, se pretende conocer el destino de las personas y pronosticar sucesos terrestres. La noticia es que nuestro clima astrológico se renueva cada siete años y esto tiene un profundo impacto en nuestras vidas. Si te hiciste una carta natal seguro que estás pensando que los planetas ocupan un lugar específico al momento de tu nacimiento, eso es verdad… pero aún hay mucho más por descubrir.

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Impacto planetario
La carta natal es una semilla, sugiere lo que cada uno puede ser. Sin embargo, que este potencial se desarrolle o no depende mucho de cada uno. Pero también existen diferentes tiempos o momentos que posibilitan ese desarrollo. Los planetas se desplazan a lo largo de los años y van recorriendo todo el mandala de la carta natal; hasta regresar a la primera posición de nacimiento. Lo más loco es que, si bien no a todos los planetas les toma el mismo tiempo hacer el recorrido, todos tenemos a determinada edad la misma composición planetaria. Esto quiere decir que es una constante que, en algún momento, se repitan la mismas fases y relaciones entre los planetas. Pero hay más, el número siete es el promedio que tienen en común estos ciclos y relaciones. Por ejemplo, Saturno tarda 28 años (4 fases de 7 años), mientras que a Urano le toma 84 años (12 fases de 7 años). Así, el número siete marca el ritmo de este movimiento planetario que impacta en nuestra vida. ¿O creés que es casualidad que las edades que son múltiplo de 7 sean especialmente importantes para nosotros? Cla-ro que no, en realidad, tiene que ver con los giros energéticos que las acompañan. Vos, ¿ya sabés qué clima astrológico estás transitando?

El 7 es el número de la finalización de un ciclo y su renovación

¿Cómo está el clima hoy?
Cada siete años se produce una evolución totalizadora en el ser humano. No son iguales las emo-ciones, el afecto ni la racionalidad a los veinte que a los cincuenta años. Por eso, conocer en qué septenio estamos ayuda a saber de qué forma afrontar los cambios, los éxitos, los fracasos, las crisis, etcétera. Cada septenio es un ritmo y cada uno de ellos va sentando las bases del próximo. ¡Leé el tuyo!

21 a 28 años: ¿Quién soy? ¿Qué Quiero?
Saturno y Urano hacen “cuadraturas” a ellos mismos. Es decir, es un momento de encontrar tu lugar en el mundo o, al menos, empezar a buscarlo. Las responsabilidades se apoderan de vos y tus seres queridos esperan que las asumas. El clima astrológico sugiere escuchar la voz de los de afuera sin dejar de oír tu voz interior.

28 a 35 años: Orden y autoafirmación
Es el tiempo del retorno de Saturno, esto quiere decir que es una etapa crítica en la que todos los supuestos de tu vida se ponen a prueba. En este momento tenés que descubrir verdaderamente tu lugar en el mundo. El clima astrológico sugiere dar prioridad a sostenerse a uno mismo y animarse a ser el sostén de otros.

35 a 42 años: Época de la voluntad
Urano está en fase de sexta y Saturno en cuadratura con él mismo. Esto te lleva a un replanteo pro-fundo y a evaluar todos los ámbitos de tu vida. Es el momento ideal para cuestionarte quién creías ser. El clima astrológico sugiere hacer un balance sobre lo verdadero y auténtico, y descubrir aquello o aquellos que te incomodan por responder solo a mandatos.

42 a 49 años: Época de la Acción
Urano, Saturno y Júpiter están en oposición a ellos mismos y he aquí la crisis de la mitad de la vida. Así como los planetas se enfrentan a sí mismos, vos también te estás mirando de frente. La vida te presiona al cambio en la búsqueda de tu verdadera autenticidad. El clima astrológico sugiere buscar la libertad personal y vivir con auténtica sinceridad.

49 a 56 años: Época de reflexión
Urano en quincuncio da lugar a una posible cosecha placentera laboral y familiar. Es un momento para que disfrutes tu propio destino, sin pelearte con lo que nunca fue ni será. Es la etapa en la que aparece la menopausia y hay dos caminos que podés tomar para enfrentarla. El clima astrológico sugiere libertad y superación de viejos reclamos.

56 a 63 años: La verdadera liberación
Llegando al segundo retorno de Saturno que da expansión y libertad. Tiempos de reencontrarse con los momentos de placer, disfrutar de los viajes y de los nietos. Es la hora de que vuelvas a empezar, armes una nueva vida y tomes un verdadero compromiso con vos. El clima astrológico sugiere vivir en libertad y tomar las decisiones a consciencia.

Conocer en qué septenio estás ayuda a saber de qué forma afrontar los cambios, los éxitos, los fracasos, las crisis, etcétera

Para seguir leyendo
Cada siete años. La vida y sus estaciones astrológicas (Aguilar) de Beatriz Leveratto.