Entrevista
Entrevista | Nota de tapa

¿Chicas superpoderosas?

El empoderamiento femenino llegó para no volver atrás. Repensemos juntas hasta dónde y cómo queremos avanzar.

Estamos en medio de un proceso de cambio y progreso que comenzó hace relativamente poco, pero del que todas deberíamos estar enteradas y, de ser posible, con el que deberíamos estar entusiasmadas. En las redes sociales, en los medios de comunicación, en las charlas íntimas, en los encuentros grupales, se empezó a debatir, a gestar y a buscar una nueva forma de interacción social en la que hombres y mujeres vivamos y convivamos lo más felizmente posible. La denominada igualdad de género pareciera ser el objetivo principal, pero nos preguntamos: ¿es la única meta? ¿Es realmente adonde queremos llegar?

DÓNDE ESTAMOS PARADAS
“Si bien las cosas han mejorado con respecto al tiempo en que no teníamos “ni voz ni voto”, aún falta mucho por realizar para que ambos, hombres y mujeres, nos sintamos a gusto en nuestro planeta”, analiza la psicóloga Inés Olivero. Para ello, hace falta seguir avanzando. Primero, en cuestiones de convivencia y el reconocimiento de derechos básicos; entre ellos, el de la no violencia, el de un mismo salario por un trabajo similar, etcétera. Por otra parte, es necesario repensar el rol de las mujeres en la sociedad y si es esta sociedad que tenemos la que mejor se ajusta a nuestra naturaleza. Hasta el momento, en Occidente solo conocimos un modelo de sociedad y es ahí donde estamos constantemente intentando encajar. Cuando miramos los “logros” que alcanzó la mujer trabajando fuera del hogar, siendo tenida en cuenta en la vida política, “masculinizándose”, nos encontramos con que en esta “igualdad”, se advierte un desbalance. Las mujeres avanzamos hacia ciertos territorios (o muchos a la vez) que, aunque para algunas puedan ser de total disfrute y éxito, para otras son de angustia y estrés. Según la psicóloga Beatriz Goldberg, “la mujer hoy en día no hizo un buen negocio porque, en realidad, atiende muchos frentes y está muy exigida”. Al respecto, Olivero explica que “con la revolución femenina, aparecer en público, tomar responsabilidades sociales, asumir el mando de un grupo se convirtió en un desafío que convoca una actitud ejecutiva parecida a la que ejercen los hombres. Y así fue como, intentando igualar a sus pares masculinos, la mujer copió, imitó, utilizó y fue utilizada por los demás”.

 “La mujer hoy en día no hizo un buen negocio porque, en realidad, atiende muchos frentes y está muy exigida”, reflexiona Beatriz Goldberg

LOS HOMBRES SON DE MARTE Y LAS MUJERES DE VENUS
Muchos autores sostienen que, en realidad, existe una significativa diferencia entre ambas naturalezas; eso no significa que una sea mejor que la otra, sino que requiere que aprendamos a respetar la igualdad de derechos en la diferencia de manifestaciones. Mientras los hombres están más asociados al hemisferio izquierdo del cerebro, que utiliza la razón como parámetro de juicio de la realidad, las mujeres desarrollan también el hemisferio derecho, el de la intuición y la creatividad. Estos dos modos de ver el mundo y operar en el mismo son propios del ser humano, con mayor incidencia de uno o de otro según el espectro de razón o sensibilidad que posea. Entonces, lo que deberíamos buscar es una especie de equilibrio, en el que tanto la mujer como el hombre tengan la posibilidad de desarrollarse teniendo en cuenta su esencia. De acuerdo con Inés Olivero, “fue tan fuerte la impronta intelectual, que aprender otro modo de estar en el mundo es un proceso ambicioso para realizarlo en forma inmediata”. A su vez, Goldberg argumenta que “lo importante es ver que existe una diferencia real, que la mujer puede hacer todo desde el lugar femenino, tomar roles ‘masculinos’ pero no tratando de ser iguales, porque hay una diferencia esencial”.

Lo que deberíamos buscar es una especie de equilibrio, en el que tanto la mujer como el hombre tengan la posibilidad de desarrollarse teniendo en cuenta su esencia


FEMINISMO: ¿Buena o mala palabra?
Muchos miran con recelo a este término que incomoda a cierta parte de la sociedad, porque rompe con muchas de las reglas impuestas. En su discurso como Embajadora de las Mujeres de la ONU, la actriz Emma Watson lo definió simplemente como “La creencia de que los hombres y las mujeres deben tener derechos y oportunidades iguales. Es la teoría de la igualdad política, económica y social de los sexos”. En la campaña #HeforShe, de la cual es vocera, se busca involucrar a los hombres para promover la equidad.

GIRL POWER
El empoderamiento femenino es un término acuñado en la IV Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing en el año 1995. Aunque en ese momento se refería al aumento de la participación de las mujeres en la toma de decisiones y el acceso al poder, actualmente fue evolucionando hacia una concepción más amplia, que contempla el poder que tiene cada mujer de elegir qué quiere para sí misma, como individuo y también dentro de la sociedad. Se lo considera un proceso individual en tanto se refiere a la evolución de cada mujer en la toma de conciencia de su propia situación, de sus fortalezas e intereses para consolidar su autonomía y poder personal, y un proceso colectivo al relacionar y aunar los esfuerzos de las mujeres para un cambio social. Para la socióloga Eva Ayala, “la mujer se empodera cuando empieza a brindarle un lugar de visibilidad a su rol, cuando se anima a pensarse en contexto social y encontrar las limitaciones propias del género. Cuando empieza a quererse libre y querer libre a cada mujer que, quizás, elija algo diferente a lo que ella ha hecho”. Para la psicóloga Olivero, una mujer poderosa será aquella que “deje de creer que es ‘mejor o peor’ que otra u otro, que pueda desprenderse de los sentimientos de inadecuación que le impusieron. Una mujer que se ame, se respete, se señale los errores para aprender y se perdone con amor a sí misma”.

ALLÁ VAMOS
Estamos en un buen momento para empezar a creer en nosotras mismas y tener una visión transformadora de las estructuras que nos rodean y así crear una nueva lógica que sea fiel tanto a nuestra naturaleza como a la del hombre. Inés Olivero afirma que “nos estamos reconstruyendo a nosotras mismas y a nuestro entorno. Podemos hacer un gran aporte a la sociedad, disminuyendo los niveles de violencia, de competitividad, de des-trato, de ‘separatividad’, de venganza y autoritarismo en los que fuimos cayendo por un exceso de masculinidad tóxica. Salir de la noción de escasez y habilitar nuestro derecho a la abundancia nos permitirá dar ese salto tan esperado”. En ese mismo sentido, Eva Ayala expresa que “En esa convivencia se encuentra el proceso de transformación, creando y co-creando el rol social de la mujer que busca la igualdad, el respeto por su lugar fuera y dentro del hogar, la mirada consciente a su tarea diaria, así como la posibilidad real de elegir quién ser y cómo serlo”. .
La astróloga Mia Astral, en su libro Relaciones, opina que el empoderamiento femenino tiene un montón de cuestiones positivas, aunque advierte que se nos fue la mano. Mia cree que estamos frente a un cambio de paradigma y que la mujer empoderada debe “trabajar con intensidad en volver a abrirse, en confiar en sí misma, en soltar el control, en regularse emocionalmente”. Se pregunta por qué no puede lograr en su vida emocional lo que lo logra en el ámbito profesional, y cómo hacer para vibrar más alto y alinearse con alguien que sea un igual. Por eso, según Ayala, es que “hoy debemos entender que el rol de la mujer se encuentra en un proceso de transformación donde la dualidad entre lo que nos dijeron que éramos, debíamos ser y cómo comportarnos en los diversos ámbitos y el lugar social que pretendemos, queremos y podemos ocupar conviven en un sinfín de posibilidades”.


Muchas famosas están involucradas en dar visibilidad al tema e intentan dar al mundo un mensaje claro acerca del proceso de empoderamiento de las mujeres. Un ejemplo es Alicia Keys, quien habló del tema en una entrevista: “Se trata de asumir tu poder y abrazar tu femineidad”.

LIBRE SOY
Aunque aún quede mucho por debatir, sabemos que existe la posibilidad de vivir en un mundo mejor y más equilibrado. Según Inés Olivero, “si respetamos la vivencia íntima de nuestra femineidad y si los hombres pueden sintonizar profundamente con su ser sensible, podemos avizorar en el horizonte una nueva humanidad apoyada en la cooperación, la solidaridad, el diálogo y la sumatoria de energías para desplegar el proceso, o sea el ‘poder con’. Es un modelo de integración, de consenso, de resonancia y empatía. Así se expresa el imaginario femenino de la humanidad, en hombres y mujeres. Y al decir de muchos pensadores, es la gran posibilidad con la que contamos todos los miembros de género humano para crecer sin destruirnos”. Por lo tanto, tenemos en nuestras manos un gran poder: el de ser mujeres libres para ser quienes queramos ser e impulsar a los demás a serlo. ¿Estaremos preparadas para semejante responsabilidad?

 Aunque aún quede mucho por debatir, sabemos que existe la posibilidad de vivir en un mundo mejor y más equilibrado


VOS TAMBIÉN TENÉS PODER
Metete, hablá del tema, dale visibilidad. En redes sociales utilizá los hashtags: #empoderadas, #mujeres, #libres.

ESPECIALISTAS CONSULTADAS
María Eva Ayala
Socióloga
evaayala@gmail.com

Beatriz Goldberg
Psicóloga
www.beatrizgoldberg.com.ar

Inés Olivero
Lic. en Psicología - M.P. 4579
Psicóloga Transpersonal
www.inesolivero.com
olivero.ines@gmail.com

TEXTO: Débora Maggi

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