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Húmedo de chocolate y dulce de leche

Lo bien que vas a quedar cuando hornees este postre es directamente proporcional a lo fácil que es hacerlo.

Como su nombre lo indica, la clave acá es la textura cremosa y húmeda de la masa, que te impregna la boca con un sabor a chocolate intenso que se equilibra con el inconfun-dible gusto del dulce de leche. Con una bocha de helado encima resulta un postre ide-al… aunque la verdad es que también lo hago para la hora de la merienda y es un éxito entre los más golosos.

Ingredientes
250 g de manteca
250 g de chocolate semiamargo (puede ser chocolate de taza)
200 g de azúcar
4 huevos
½ cdta de sal
4 cucharadas de harina
1 cdta de esencia de vainilla
400 g de dulce de leche
½ taza de nueces o almendras (opcional)
c/n azúcar impalpable

Preparación
Precalentar el horno. Derretir la manteca en el microondas o a baño María. En caliente, agregarle el chocolate picado chiquito. Dejar 5 minutos sin tocar. Mientras tanto, integrar en un bowl los huevos con el azúcar y la esencia de vainilla hasta que estén bien mezclados. Regresar con la manteca y el chocolate: revolverlos hasta que se integren bien; no deben quedar pedacitos de chocolates sin derretir. Volcar esta mezcla en el bowl de los huevos e incorporar. Una vez que todo se vea de un color marrón uniforme, añadir la harina, la sal y las nueces o almendras (si es que van a usar). Revolver sin batir.
Forrar un molde cuadrado de 25 x 25 centímetros con papel de aluminio. Volcar la mi-tad de la preparación en el molde y llevar a horno fuerte a 200 °C durante 10 minutos. ¡Poné el cronómetro y que no se te pase! Transcurrido ese tiempo, sacar del horno y cu-brir la superficie con cucharadas de dulce de leche, sin esparcirlo. Deben quedar trope-zones de dulce de leche que iremos encontrando en cada bocado. Cubrir con el resto de la masa de chocolate y llevar al horno durante otros 10 minutos. Apagar el horno y dejar la fuente adentro 5 minutos más. Retirar. Enfriar bien en heladera y cortar en cuadrados. Terminar con azúcar impalpable a gusto.


Podés reemplazar el dulce de leche por Nutella, crema de Bon o Bon o, mi preferido, caramelo salado, que es sencillamente un caramelo tradicional hecho con 1 taza de azú-car al cual, en caliente, le agregás 1 taza de crema fría, esencia de vainilla y 1 cucharadita de sal marina (o de Maldon o de Guérande si conseguís).

POR: Luján Martínez Vidal

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