Life Style
Life Style | Gourmet

Sodear o no sodear…

Cuestión cultural o simple mito, como en la vida… ¡con el vino también se debe ser flexible!

Sifón, soda, pingüino, costumbres argentinas… ¿Cuántos de nosotros estuvimos derritiéndonos de calor en un asado al aire libre, mirando con amor los rolitos y la soda? ¿Cuántas veces reprimimos nuestro deseo por ser “políticamente correctos”?

De mitos y ritos
Que las copas, que la temperatura, que por dónde corto la cápsula, que los abridores, que “yo no sé nada de vinos” y de ese sinfín de ritos que parecemos no conocer con exactitud. En las próximas entregas (y ese es el fin de esta columna) trataré de explicar de dónde vienen todas estas ceremonias y para qué nos sirve conocer la zona productora de un vino, la variedad de uva con la que se produjo, las añadas, las formas de elaboración, los estilos de vinos, las temperaturas de servicio y tantas otras cosas que nos ayudan a elegir mejor, conocer nuestras preferencias y, último pero no menos importante, a disfrutar más de nuestro vino. Porque, en definitiva, esa es la clave: DISFRUTAR.

 Los vinos de consumo rápido son los ideales para sodear o agregarles hielo

Vinos “customizados”
En la Argentina y en el resto de los países vitivinícolas, el mayor volumen de producción se destina a vinos de consumo rápido, vinos del año, accesibles. Ejemplares frescos, frutados y fáciles de beber. Son estos vinos de consumo rápido los que creo idóneos para “costumizar” y tomar más frescos, quizás con hielo, con un poquito de burbujas de la soda, bajando levemente la graduación alcohólica. En cambio, cuando estamos frente a vinos de un precio más elevado, con crianza o estiba, debemos tener en cuenta que quienes lo elaboraron nos están queriendo contar algo y que, quizás, sea una buena oportunidad para probarlo solo, entenderlo y darle una chance de expresar el periplo que tuvo que pasar para llegar a nuestras manos. El vino es la bebida nacional y debemos hacerle honor. Así que, ya sabés, no es pecado mortal “retocar” el vino, como tampoco es “pretencioso” querer beberlo en una copa y descubrir de a poco todo lo que, con paciencia y ganas de aprender, tiene el vino para contarte.

“Customizables”
- Tintillo by Santa Julia: como su nombre nos indica, este tinto ligero nace para beberse fresco. Bajale la temperatura en la heladera y, por qué no, chantale unos hielos.
- San Felipe Caramagnola Tinto: clásico de clásicos. Ideal para mezclar con soda y beber mientras armamos la picada.
- Etchart Privado Torrontés: otra botella pintoresca que nos trae emoción y nostalgia. Puro torrontés calchaquí para tomar fresquito y que te vuelva el alma al cuerpo.
-Domingo Hermanos Damajuana: jóvenes citadinos, a no temerle a la damajuana. Tinto salteño en envase especial para reuniones largas y concurridas. Se consigue en vinotecas.

POR: Victoria Ortemberg
Instagram: @Victoriaortemberg
victoriaortemberg@live.com.ar

Comentarios

Enviá tu comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Ingresar

Para ver nuestras Revistas, debe ingresar su e-mail