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Life Style | Viajes

El lujo de los recuerdos

Me puse a reflexionar sobre el tema de este número y, al final, me surgieron momentos…

Los viajes te dan conocimiento, te acercan a culturas distintas, te muestran paisajes maravillosos. Te regalan momentos que jamás se volverán a repetir y a los que podés escapar cada vez que quieras evadir unos segundos de la realidad. Te abren la cabeza y el paladar, dejándote ideas, sabores y aromas profundamente marcados. Los viajes te conectan con otras personas y te conectan con vos. Son parte de tu propio mundo y un recuerdo que siempre estará ahí para que puedas volver. Si el nuevo lujo va por el lado de las experiencias, viajar es, sin dudas, una de las más especiales. No importa si estás viviendo un viaje de mochila o en el hotel con más estrellas. Tampoco si hace frío o hace calor. Y mucho menos si estás lejos o cerca de tu casa. Hoy los invito a viajar entre mis recuerdos más soñados y a repensar los suyos…


Si el nuevo lujo va por el lado de las experiencias, viajar es, sin dudas, una de las más especiales

Las estrellas en el desierto de Sahara
No me voy a poder olvidar más el día que apoyé mi cabeza sobre la arena de una duna bastante alta y miré por primera vez para arriba. El cielo era una gran estrella y la luna, ¡ay, la luna! Si me permiten un consejo, ¡pasen alguna noche de sus vidas en el desierto! La experiencia puede ser de lujo, en una carpa divina decorada y con cama, o más bien autóctona comiendo cous cous con la mano a la luz del fuego y el sonar de los tambores. Obvio que elegí la última opción, pero hay para todos los gustos. El dato: hay muchos tipos de excursiones al desierto, podés hacer la travesía en camello o camionetas 4x4 e incluso podés elegir si querés dormir o si con el día te alcanza. No dejes de visitar Marruecos y sus alrededores.

El chic zen tropical de St. Barth
Esta islita francesa en medio del Caribe me dejó un combo de conceptos hermosos: relax, tropical y estilo. Allí hay plantas por doquier, mar increíble y tormentas de verano, pero todo se ve más lindo porque está teñida de aires parisinos. El centrito es una divinura, sus playas son paradisíacas y cuenta con una variada oferta de hoteles spa de lujo tan ideales como la isla. Las iguanas y los cactus cirios conviven a la perfección con las celebridades, los yates y las tiendas de lujo. El dato: la boutique Wildside of St Barth tiene una selección de prendas y accesorios impresionante. La pueden chusmear en Instagram: @wildesideofstbarth

Los fiordos noruegos un día de sol
Este es un paisaje que jamás se va a borrar de mi cabeza y al que muchas veces remito para escaparme unos segundos de la realidad. Hay miles de fiordos en Noruega pero los más emblemáticos son el Nærøyfjord, el Sognefjord, el Lysefjord y el Geirangerfjord, que se encuentran en la costa oeste. Los podés conocer en una expedición en kayak o desde un crucero, y el impacto va a ser prácticamente el mismo. Por el fiordo se alzan acantilados, bajan cascadas de ensueño, hay pequeños pueblos esparcidos y mucha, pero mucha, vegetación. El dato: por esta zona hay miles de excursiones para hacer deporte y conectar con la naturaleza, en Google está todo.

Las tortas fritas en los Valles Calchaquíes
Para mi paladar, este momento fue un antes y un después. Nunca jamás volveré a disfrutar una torta frita como esa, lo sé. Las probé de pasada en una casa en medio de la montaña, donde una familia ofrece delicias a los viajeros mientras cultivan maíz, avena, arvejas y porotos. La ruta por estos valles salteños es una muy especial porque está cargada de una enorme riqueza cultural, histórica y artística. Los sitios claves son la Quebrada de San Fernando y de Escoipe, la Cuesta del Obispo y la Piedra del Molino, donde se encuentra la capilla de San Rafael Arcángel (patrono viajero) y desde donde se obtiene una vista inmejorable. El dato: parte de esta ruta es también la Ruta del Vino de Salta. Aquí se encuentra el área de producción de vinos más importante de la región gracias a su clima seco y templado, óptimo para el cultivo.

La vuelta en trineo en Skagway
Admito que hice esta excursión un poco negada, pensando en los pobres perros que tiran los trineos todo el día al rayo del sol. Les juro, y miren que soy perrera, que nunca jamás en la vida vi perros tan felices como en este enclave de Alaska. Al son de los ladridos, todos se hacen notar para ser elegidos a la hora de salir de paseo con un nuevo grupo de turistas. Esta experiencia se vive en la cima de los glaciares, donde los equipos de Iditarod hacen base en verano para continuar sus entrenamientos y es muy divertida. El dato: el paseo puede durar un par de horas o incluso días. Existen excursiones largas que incluyen campamentos en áreas rurales durante el invierno, donde vivís al máximo la experiencia Iditarod.

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