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7 cosas sobre Natalia Lafourcade que contó en el Club Tri

“Les pido disculpas porque soy un zombie” se excusa la cantautora mexicana de entrada al club, y cuenta que la noche anterior no pudo dormir por los efectos de la emoción de estar en Argentina y tener conciertos como el del teatro Radio City. Era domingo y el club TRI era lo más parecido a estar de relax y amigos en el living de tu casa, con la diferencia que la invitada era la mismísima Lafourcade y te daba el honor de escuchar decir de su boca: “pregúntenme lo que quieran saber de mí, estoy muy contenta de estar con ustedes”…
1) La música llegó de golpe a su vida: literalmente. Un caballo le pateó la frente a los seis años y los médicos le dijeron a su madre que no podía ir a la escuela, ni caminar. Ella, negada al diagnóstico, afirmó que iba a aliviar a Natalia con música y lo logró. “Empezó a mezclar la música con la terapia y luego comenzó un método que se llama “Macarsi”, y así empecé a evolucionar y tener contacto con la música como si fuera un juguete para mí” recuerda la cantautora mexicana.
2) Le costó mucho vencer los temores: A los 17 firmó su primer contrato discográfico y ahora lleva como siete discos “es un camino de explorar, de experimentar, de hacer música, de levantar y de caerme” explica Natalia mientras hace hincapié en lo bien que le fue en su primer disco pero lo mucho que le costó entender el porqué estaba donde estaba, hasta que logró vencer sus temores de escenario y disfrutarlo.
3) No fue fácil trabajar con Los Macorinos: fue una experiencia difícil donde aprendió a ser paciente. “me hizo darme cuenta lo torpes que podemos ser como jóvenes. Todo tiene que ser rápido para nosotros, en cambio estos señores se toman su tiempo. Aprendí a disfrutar los silencios, la espera y ser más paciente” reflexiona Natalia.
4) Le enseñó a sus músicos a no catalogar los públicos: cada lugar tiene su personalidad, “una cosa que me costó mucho trabajo que mis músicos entendieran es que uno ve a un público más observador y se podría pensar que el público es frío y no es ni frío ni caliente, es como todo” añade.
5) Tiene un sueño dedicado a su padre: él siempre quiso que fuera pianista. “En un par de años voy a dejar de viajar, ya estoy hasta la madre de las maletas y los hoteles, me quiero dar un tiempo para aprender piano” proyecta la cantautora.
6) Con el tiempo se ha reconciliado con la energía femenina: ahora encontró su energía y su manera de usarla a través de la música “y me encuentro buscando las musas y cantándole a la energía femenina” remata Natalia.
7) Aprendió a creer en sí misma: Una vez escuchó a Lady Gaga decir que uno tiene que honrar lo que hace y le llegó, “Hasta que yo no le rendí el respeto que se merece a mi música y mi arte, no empezó a ir bien. Lo que más deseo es inspirar a los demás a que hagan lo mismo” inspira Natalia. ¿Quien dice que no se puede? Por supuesto que se puede.

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