El año 2020 fue un gran cambio para el mundo entero y puso nuestras casas en el centro de la escena. El contexto de confinamiento trajo nuevas tendencias para el interiorismo, que se centran en la búsqueda del bienestar en el hogar. Pensamos en espacios que sean refugios, cómodos y relajados, ideales para pasar el mayor rato de nuestros días adentro. 

Los colores

Esta búsqueda de una experiencia de ultraconfort en casa se va a reflejar en interiores mucho más neutros, que trasmitan emociones que nos hagan sentir bien; los tonos tierra, beige, gris, blanco y negro van a ser predominantes. También el manteca va a tener mucho protagonismo, un color que transmite esperanza y optimismo. Un toque retro que viene a rememorar tiempos pasados, un poco de nostalgia de la vida prepandemia. 

La nobleza de los elementos

La necesidad de volver a los elementos de la naturaleza se va a volcar en el diseño de interiores a través de artesanías y materiales naturales. El valor de las piezas únicas, hechas a mano, imperfectamente bellas y con un gran poder de emocionar, como la porcelana rústica y los azulejos artesanales. Además, van a predominar los materiales nobles, naturales y sin tratar: madera clara, mármol, piedras en bruto y hormigón. 

Textiles que acarician

Los textiles naturales, que aporten calidez, como el lino, algodón, terciopelo, la lana boucle, van a terminar de generar esa experiencia de armonía, calma y serenidad. Los tonos van a ser inspirados en la naturaleza, predominando los tierra. 

Minimalismo emocional

Otra de las tendencias es el minimalismo de líneas curvas, un minimalismo cálido y sentimental. Un mobiliario con líneas redondeadas y sensuales, de materiales sin alterar, que genera dinamismo en espacios acogedores. Surge la idea de purificar la casa, reduciendo los elementos al mínimo; pocos muebles delicadamente seleccionados. 

Plantas por doquier 

La necesidad de conexión con la naturaleza, el exterior, el verde, la vamos a ver reflejada en la presencia de plantas en los interiores. ¡Queremos verde en nuestras casas! Las plantas no solo son un objeto deco, sino que aportan color, frescura y vitalidad. La tan amada Monstera, el Ficus Lyata y las ZZ plants son protagonistas de muchos interiores. Esta tendencia también la podemos ver en las minihuertas en las cocinas. 

Ambientes flexibles

Los ambientes van a tender a ser flexibles. Necesitamos la mutación de usos y cada vez vemos más salones de usos múltiples en nuestras casas que se adaptan a diferentes actividades. Los divisores y módulos separadores de ambientes van a facilitar las posibilidades de uso y a privatizar ambientes cuando sea necesario, dejando atrás las plantas diáfanas. ¡El equipamiento también va a ser flexible, para poder resolver todo en casa!

Amor por lo antiguo

El cambio en los hábitos de consumo trajo aparejado una tendencia de recuperar mobiliario vintage para darle una segunda oportunidad. Lo nuevo y lo viejo se mezclan para darle alma a nuestros espacios. La idea es que nuestras casas sean vividas y disfrutadas al máximo, espacios interiores que compensen la hostilidad del mundo exterior, para darnos esa paz, tranquilidad y armonía que tanto estamos necesitando. 

POR: María Menna

Arquitecta

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