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Magui Bravi: quién es la chica que da miedo en el cine argentino y del mundo

Autor: Julieta Otero

Del Teatro Argentino de La Plata al Festival de Cannes, en Francia. Hacemos un repaso de cómo fue el camino de esta increíble bailarina, actriz y conductora de TV, charlando de todo, lo bueno, lo malo, los aciertos, los obstáculos, los “si” y los “no” de su carrera y cómo eso fue marcando su trayectoria a golpe de trabajo duro y animarse a ir por más.

Empezaste en el bailando, cumpliendo un sueño, y terminaste en el Festival de Cannes, o sea… como para tomar dimensión (risas) imagino el miedo que sentiste al iniciarte en un proyecto televisivo tan grande y cómo fuiste sorteando un montón de desafíos de ahí en más…

El ballet fue mi base, lo hice desde los cinco años. Trabajé como bailarina clásica desde los trece, en el Teatro Argentino de La Plata y luego me tocó bailar en el Teatro Colón. Con el tiempo, la bailarina quedó relegada, empecé a volar y a estudiar filosofía. Sin embargo, yo seguía bailando porque era lo que me daba felicidad, no sentía que mi vocación fuera volar. Hasta que un día, un amigo me dijo que había un casting para un reality en la tele y que el ganador iba a Bailando por un sueño, que en ese momento hacía cuarenta puntos de rating. Obvio que fui con un montón de miedo y, al final, salió todo bien, pasé al programa de Marcelo y de ahí, las cosas se fueron dando hasta que un día dije el baile me dio todo, pero ahora me quiero dedicar a actuar”. Y allí fui.

 

¿Y cómo llevaste las inseguridades, que siempre andan por ahí, a la hora de encarar un desafío tan grande como pasar a la actuación? Por que bueno, es imposible no sentir miedo cuando encarás algo nuevo…

Y, la verdad, siempre, siempre, tengo miedo (risas). Pero, no me preguntes por qué, yo siempre te voy a decir vamos”. Después veo cómo, pero vamos. En el momento me paralizo, porque es algo nuevo, es salir de la zona de confort, es tener que cambiar cosas, pero una vez que estoy yendo, me voy dando cuenta de que era por ahí. Es tal cual: mientras más miedo da, es porque va a estar bueno en serio.

 

“A mi primero decime que no y con más ganas voy a volver a intentarlo. Siempre la base es estudiar. No es que las cosas pasan de la noche a la mañana, yo no creo en la suerte. Creo que uno tiene que buscar las cosas”

 

¿Cuál creés que fue, de tu carrera, el desafío que más te haya costado dentro de tus áreas?

Yendo no tan lejos, la primera película que hice en inglés, fue un redesafío. Yo dije esto lo hago de taquito” y cuando empecé a estudiar el guión me quería matar (risas). Porque, de pronto, tenía un diálogo largo y me di cuenta de que no era tan fácil. Así que busqué un coach que me ayude con cada una de las oraciones. Ese fue un desafío. Después vinieron otras películas también, que ya estaba un poquito más canchera, pero ese, fue muchísimo. Y yo creo que el reality también. Uno nunca está preparado para eso. Siempre pensás que es fácil, que no va a pasar nada. Incluso desde la producción te dicen que está todo bien y después estás en el baile y decís “yo no sé cómo va a ser esto”.

 

Con el diario de lunes, y habiéndote metido en el género del terror, ¿cómo vivís en retrospectiva todas las oportunidades que se te dieron en este género?

Lo vivo muy agradecida, ¡fue algo sorpresivo! La primera película de género que hice fue The 100 Candles Game y fue mi primer desafío, no sólo porque era en inglés, sino porque era la primera para mí en éste rubro. Fue una gran experiencia y de ahí en adelante me enamoré de hacer terror. 

 

En esta edición estamos trabajando el tema del miedo, ¿sos de tener miedo en tu vida profesional o personal? ¿Cómo manejás esta emoción?

A mi cabeza le encanta crear teorías conspirativas, a veces mis peores miedos son sobre un futuro que probablemente no suceda. Por suerte, aprendí con los años a calmar eso. Y soy más feliz. Eso y una mezcla de ansiedad constante, era un combo terrible. También solía tenerle miedo al tiempo, desde muy chica, sentía que las cosas tenían que pasar rápido o era muy tarde. Y hoy me doy cuenta que todo sucede cuando uno está realmente preparado para vivirlo plenamente. Sobre todo los mejores sueños cumplidos.

 

¿Sos de utilizar el miedo como motor o poder intuitivo?

Sí, ¡totalmente! Sé que algo va bien cuando me siento incómoda o fuera de mi zona de confort. Se también que funciono mejor bajo presión y resuelvo casi de manera intuitiva todo. A veces, el miedo a lo nuevo puede paralizarte pero, si pasás esa barrera, suelen suceder las mejores cosas y lograrse las mayores metas. Hay que animarse. 

 

¿Cómo fue la experiencia de filmar para el extranjero y presentar tus trabajos en festivales internacionales como Cannes? 

El inglés siempre es un desafío enorme. Actuar en otro idioma no es fácil. Es una presión, pero lo disfruto muchísimo. Y cuando las pelis llegan a lugares que no esperabas, como esos festivales, a veces no me lo puedo creer porque sabés que te están viendo en otro lugar del planeta, es muy satisfactorio. Este año tuve la posibilidad de viajar a Sitges a presentar una de las películas, What The Waters Left Behind: Scars, y en este festival me encontré al lado de Álex De la Iglesia a quien  admiro muchísimo, ¡no lo podía creer!

 

Pasaste de bailar, a protagonizar pequeños personajes y de ahí a protagónicos… ¿qué sueños y metas te quedan por cumplir?

Me gustaría seguir en el mundo del cine. Sueño con Producir además de seguir actuando y poder dar trabajo a mucha gente. 

 

Sobre todo a mujeres, ¿no? ¿Cómo ves la industria del entretenimiento desde adentro en relación a todo lo que estamos viviendo las mujeres en estos tiempos?

Yo creo que todavía somos pocas las mujeres en los puestos más altos. Hay pocas mujeres directoras, hay pocas mujeres productoras, hay pocas mujeres dueñas de empresas enormes que banquen proyectos. Creo que todavía nos falta, pero que estamos yendo. Los últimos años todo lo que se dió fue maravilloso. Empezabas a ver que hubo cosas que no estaban bien, que por eso una se sentía incómoda. Estamos llegando a un momento muy hermoso, las generaciones que vienen después van a estar mucho mejor.

 

¿Dónde te vemos en el 2023? ¿Qué nos podés contar de tus nuevos proyectos?

2023 arranca con MicroTeatro, una nueva experiencia para mí. Creo que va a ser un gran desafío hacer cuatro funciones por día. Vamos a estar con la obra Flor de Loto, de la directora Florencia Limonoff, durante enero en Buenos Aires. Y ya estoy preparando dos personajes para dos nuevos films para febrero y marzo. Uno más fantástico y otro más terrenal, pero dos mujeres que tengo muchas ganas de interpretar. Y por lo pronto esperando los estrenos de lo realizado este año… estuve rodando una serie de acción para Estados Unidos; también una nacional, El hincha, con Alejandro Ciancio (El marginal) como director. Entre otras cosas que supongo no tardarán en llegar.

 

“A veces, el miedo a lo nuevo puede paralizarte pero, si pasás esa barrera, suelen suceder las mejores cosas y lograrse las mayores metas. Hay que animarse”

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