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La caída del cabello en el postparto o cómo tener el pelo lindo siempre

Autor: Adrián Acuña

El cuidado del pelo es algo que siempre nos importa como mujeres, pero aún más cuando comienzan los signos del puerperio o el estrés en general. Si estás de posparto o simplemente querés saber más sobre cómo cuidar el cabello, entonces esta nota es para vos.

El periodo de la mujer después del parto es una verdadera revolución, y la salud y la belleza del pelo no son ajenas a estos cambios que, para muchas mujeres resultan desconcertantes. El primer punto es que durante el período de gestación el cuerpo fabrica una enorme cantidad de hormonas que favorecen a los cabellos que, habitualmente se encontraban opacos, frágiles y grasoso. Sin embargo, en el posparto ese nivel hormonal desciende abruptamente. A esto se agrega una caída anormal del cabello por el estrés y por la pérdida sanguínea. Lo cual se conoce como efluvio telogénico y la caída del cabello puede llegar a superar los 50 pelos diarios -que se perciben en la almohada, la ropa y la ducha. Por lo general, esto puede aumentar hacia el tercer mes luego del parto proyectándose en la mayoría de los casos hacia el quinto o sexto mes.

 

S.O.S: cómo tener el pelo lindo
Si bien el pelo perdido suele reponerse casi por completo, hay ciertos cuidados cotidianos posibles ¡y que no demandan un trabajo extra para la reciente mamá! Este plan de rescate logra revertir la caída del cabello y el debilitamiento del pelo, perdurables más de lo habitual. Acá, las recomendaciones básicas:


- Realizar un lavado a diario o día por medio con producto indicado para la limpieza del cuero cabelludo, un punto fundamental para que las fibras crezcan fuertes y brillantes.

 

- Evitar el lavado con agua muy caliente, ya que favorece la deshidratación y la producción oleosa. La temperatura ideal es a 36°.


- Tener la precaución de realizar un buen enjuague, para eliminar todo tipo de residuos y los restos de productos.


- Evitar estrujar o refregar el cabello con la toalla. Lo indicado es apretarla suavemente en forma de secante.


- Realizar masajes capilares metódicos y constantes, para estimular la irrigación sanguínea. Algunos puntos fundamentales: realizarlos con la yema de los dedos, intentando lograr la movilidad del cuero cabelludo.


- Aplicar por las noches una loción natural fortificante que actúe en la raíz del cabello. Las preparaciones más novedosas para la mujer son aquellas con fitoestimulinas, tricosacáridos y complejos vitamínicos que mejoran el metabolismo del pelo y no tienen contraindicaciones.


- Hasta que el pelo no muestre su recuperación, conviene evitar los tratamientos estéticos más traumáticos y abrasivos -como las planchitas, las decoloraciones, las tinturas y los alisados. También, los peinados que produzcan tirantez o con bandas elásticas muy ajustadas. 

 

- Antes del uso del secador, lo adecuado será usar un producto termoprotector.


A contrareloj

A partir de los 35 años la regeneración celular se ralentiza. Con lo cual, los procesos que producen la degradación de la estructura del cabello son mayores a los de reparación y síntesis. Incluir productos antiage, con algunos de los principios activos utilizados para el cuidado del rostro es una buena alternativa en esta etapa.



Alimentos para el cabello
De la comida ingerida, la sangre obtiene y transporta los elementos nutritivos esenciales y el oxígeno que necesitan todas las células para poder vivir. Por eso, si las células capilares no son bien alimentadas, es difícil que puedan generar un cabello lindo, sano y fuerte. Algunos alimentos para el pelo:


- La vitaminas del grupo B: presentes en los cereales integrales, el germen de trigo, el arroz integral, el pollo, el hígado, el pescado, la leche y los productos lácteos descremados, los huevos, legumbres, semillas de girasol, frutas secas, hortalizas, frutas y verduras frescas y en especial en la levadura de cerveza en polvo.


- Vitamina C: ya que su deficiencia afecta la piel, los folículos capilares y los vasos sanguíneos que llevan consigo nutrientes al cuerpo, incluyendo las papilas capilares.


- Vitamina A y E: sus buenas fuentes son el tomate, el ají rojo y las zanahorias.


- Hierro: no solo está presente en la carne. Los frutos secos, las legumbres y los vegetales de hoja verde son otras alternativas para cumplir con sus niveles requeridos. 

De todas maneras, si la caída persiste, convendrá consultar a un especialista.


"Si las células capilares no son bien alimentadas, es difícil que puedan generar un cabello lindo, sano y fuerte"


Por: Adrián Acuña

Tricólogo

Director del Instituto del Cabello, fundador del Grupo Latinoamericano de Tricología Cosmética y miembro de la Socitá Italiana di Tricologia.

Web: www.institutodelcabello.org/

Instagram: @adriantricologo

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