Belleza y Salud
Belleza y Salud | Bienestar

Camino a lo inconsciente

Tomar consciencia de nuestro inconsciente es una ruta directa hacia nuestro bienestar y el de quienes nos rodean.

A diferencia de la palabra “conciencia”, que atiende más a cuestiones morales o expresiones del tipo “no tiene conciencia de lo que hace”, la palabra “consciencia”, con s, se refiere al autoconocimiento y exploración de uno mismo. El consciente, así escrito, tiene un opuesto, que es el inconsciente. Entre estas dos palabras se debaten nuestras creencias, acciones y motivaciones más importantes.

La toma de consciencia
Durante muchos años, el inconsciente ha formado gran parte de todo lo que hacemos y decimos. Sin embargo, solemos prestar más atención a nuestra parte consciente. Una de las funciones del psicoanálisis es traer a la consciencia cosas que están alojadas en nuestro inconsciente. En otras palabras, crear links o uniones entre lo que hacemos conscientemente y su parte inconsciente. Por ejemplo, puede ser que descubra por qué me relaciono con personas problemáticas, por qué me duele tanto cuando me critican, por qué procrastino, por qué tengo juicios negativos sobre mí, por qué no logro perdonar a una persona…

El abuso de la razón
El ser humano se jacta de tener el uso de la razón por sobre las demás especies. Esto nos ha llevado a creer que todo lo podemos lograr pensando y analizando. Sin embargo, como mencionaba antes, las creencias y motivaciones que mueven nuestras emociones surgen en el nivel inconsciente. Cada vez que descubrimos algo de nosotros, cada vez que traemos algo de nuestro inconsciente a nuestro consciente, estamos frente a una posibilidad de aprendizaje enorme.

 Cada vez que traemos algo de nuestro inconsciente a nuestro consciente, estamos frente a una posibilidad de aprendizaje enorme

De la teoría a la práctica
Lo que estoy diciendo no tiene nada de místico ni espiritual y nada mejor que ponerlo en ejemplos. Una forma que utilizo para que las personas se den cuenta de la importancia de nuestro inconsciente es la comunicación no verbal. Podemos pensar y racionalizar lo que vamos a decirle a alguien, pero nuestro lenguaje corporal no está en nuestra consciencia, a no ser que lo hayamos practicado. No somos conscientes de que estamos emitiendo gestos de enojo cuando queremos mostrarnos cordiales. Quien recibe nuestra comunicación puede tomar consciencia de que hay enojo en ese mensaje, pero no puede traer a la consciencia qué gestos específicos hacen que lo perciba así.
En todos estos años, tanto en coaching como en PNL, hemos aprendido que en el inconsciente habitan creencias muy disfuncionales. La creencia de no sentirme merecedor es una de las más castradoras a la hora de luchar por lo que queremos. Las personas, aunque sean cuestionadas al respecto, no pueden verlo. Solo luego de algunos trabajos introspectivos lo descubren por sí solas. Otro ejemplo claro de la participación simultánea de nuestra mente consciente y nuestra mente inconsciente es cuando conducimos un coche. Uno se sube al coche y comienza a conducir, pero uno no va pensando en que hay que hacer el cambio, en que hay que mirar por el espejo. Uno simplemente lo hace como si fuera en piloto automático. En un viaje largo, puedo estar pensando en cómo solucionar un problema o ir soñando sobre lo que haré cuando llegue a destino. ¿Quién condujo el coche? Pues nuestra parte inconsciente.

Conscientes vs. inconscientes
Recorrer la autopista que une nuestra consciencia con nuestro inconsciente es un trabajo individual de cada uno de nosotros. Hay personas que no están interesadas en traer a su consciencia cómo están viviendo su vida. Son personas que actúan en piloto automático y les es funcional. En el otro extremo, estamos quienes permanentemente nos cuestionamos el porqué de cada cosa. Tratando de entender por qué hacemos algo mal una y otra vez. Pero muchas veces el cuestionarse no alcanza. Porque el cuestionarse es autorreferencial. Es decir, estamos tratando de solucionar un problema de nuestra mente consciente desde la misma mente consciente. Ya lo decía Einstein, la solución a un problema está en un nivel diferente al del problema.

 Las creencias y motivaciones que mueven nuestras emociones surgen en el nivel inconsciente

Wifi hacia el inconsciente
¿Cómo accedemos entonces a nuestro inconsciente? Mucha gente encuentra esta respuesta en la hipnosis. Y si bien es cierto que se descubren cosas asombrosas, no es el único camino. Descubrimos nuestras intenciones inconscientes cada vez que alguien nos da una mirada sobre lo que estamos haciendo y la tomamos como válida. Cada vez que nos sucede algo difícil y duro en nuestras vidas, descubrimos acciones repetitivas y podemos asociarlas con todas las veces que lo hemos hecho y estamos frente a una posibilidad de traer información de nuestro inconsciente.
En las relaciones de pareja o de amigos, suelen pasarnos cosas como preguntarnos ¿por qué estoy con esta persona si no me gusta tal cosa? Esa pregunta es una comunicación entre nuestra parte consciente y nuestra parte inconsciente. ¿Por qué siempre estoy ayudando a los demás y no me ocupo de mí? Te suena conocida esta pregunta. Sucede que al ayudar a los demás, el otro está en deuda conmigo. Es una forma común de ganarnos cariño y aceptación. Pero, muchas veces, la otra persona no nos pidió ayuda o ni siquiera le interesaba. Es el caso, por ejemplo, de los padres sobreprotectores. Todo esto nos lleva a pensar que la toma de consciencia es el camino directo para conseguir mayor bienestar, para relacionarnos mejor, para constituirnos como buena oferta para los demás, para descubrir por qué doy dos pasos hacia adelante y tres hacia atrás.¡Cada uno de nosotros debe descubrir cuál es la mejor forma de alcanzarla!

POR: AXEL PERSELLO

Comentarios

Enviá tu comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Ingresar

Para ver nuestras Revistas, debe ingresar su e-mail