Belleza y Salud
Belleza y Salud | Bienestar

Una invitación planetaria

Autor: Melisa Martín

La astrología tiene explicaciones sobre todo lo que nos pasa y el movimiento planetario nos empuja a repensarnos como sociedad y como individuos para comenzar una nueva era. ¿Estamos listos?

Cambiamos de década y con ella pareciera que también estamos cambiando la piel. Estamos cambiando por dentro, mutando hacia una nueva versión de nosotros mismos. Estamos transformando nuestra manera de vivir y todo aquello que, hasta ahora, creíamos que nos definía. ¿Qué de todo eso que deseamos con tanta fuerza durante los últimos años sigue teniendo sentido hoy? ¿Qué de todo lo que percibíamos valioso e indispensable, hasta ahora, continúa ocupando un rol fundamental en nuestra vida? Es que, con todo lo que fuimos atravesando este último tiempo, ya no somos los mismos. No podríamos serlo, aunque quisiéramos.


Una ola transformadora

Hace ya varios años que venimos transitando un proceso de profunda transformación como humanidad.Pero fue en enero de este año que se configuró en el cielo la conjunción de Saturno y Plutón en Capricornio, iniciando así un nuevo ciclo para todos los seres que habitamos esta Tierra. Este tránsito planetario, que seguirá sintiéndose hasta fin de año, nos invita a que reformulemos viejas estructuras, tanto individuales como colectivas. Nos pide que reflexionemos acerca de los mandatos sociales y que cuestionemos todos aquellos modelos que nos fueron impuestos, pero que ya no queremos seguir. Que generemos sistemas más justos e inclusivos y nos permitamos vivir la sexualidad más libremente. Se trata de un momento de reestructuración del poder, en donde ya nada será como antes. Plutón viene a arrasar con todo eso que ya no sirve. Aniquila lo obsoleto y nos conecta con lo verdaderamente esencial. Con eso que está debajo de la superficie, que nos cuesta ver porque duele. ¿Qué pudimos abrazar en este tiempo que no estábamos pudiendo aceptar de nosotros mismos? ¿Qué miedos afloraron y, aunque seguramente al principio nos paralizaron, luego también al sobreponernos, nos permitieron ser más conscientes de nuestra propia fortaleza? Esto que estamos viviendo a nivel mundial es en realidad un reflejo de nuestro propio interior. Las crisis nos atraviesan, nos desestabilizan. Pero, al mismo tiempo, nos permiten conectar con nuestras cualidades más creativas. Nos obligan a hacernos cargo de nuestra propia vida, a madurar y a tomar decisiones desde el corazón. Ya no siguiendo un lineamiento externo, sino confiando en nuestra propia intuición, en esa sabiduría interna que todos llevamos dentro.

 

¿Qué hacemos con esto?
Ahora, la pregunta es: ¿Qué vamos a hacer con esta ola de cambio que viene gestándose cada vez con más fuerza? ¿Vamos a resistirnos a ella aferrándonos al viejo paradigma, con la ilusión de poder frenar al océano con nuestras manos? ¿O vamos a elegir surfear las experiencias que el cielo nos proponga, fluyendo y confiando en que todo lo que sucede es siempre para la más amorosa evolución?


La resiliencia como camino
Urano en Tauro es otro tránsito importante que se está dando en el cielo en este momento. En mayo del año 2018, el planeta de los cambios inesperados ingresó al signo más pragmático y realista del Zodíaco y va a quedarse allí hasta principios del año 2026. Tauro busca estabilidad, goce y confort. Se siente cómodo en lo conocido. Las rutinas lo organizan y la única seguridad que conoce es la material. Solo cree en aquello que puede percibir a través de sus sentidos y que tenga lugar en el mundo tangible. Así, Urano viene como un rayo a abrir en dos ese suelo que creíamos tan firme. Esa supuesta estabilidad en donde nos sentíamos tranquilos. Viene a tirar abajo todo aquello que creíamos que nos sostenía. ¿Para qué? Para que nos demos cuenta de que no tenemos el control de nada. De que lo único real que tenemos es nuestro presente y que por eso es momento de resignificar lo simple. De revalorizar los afectos y todo aquello que muchas veces dejamos de lado por estar pensando más en el futuro que en el hoy. También nos lleva a contactar con nuestra capacidad de resiliencia. Con nuestra adaptabilidad y posibilidad de reinventarnos cada vez que queramos. ¿Cuántas etiquetas nos pusieron o nos pusimos a lo largo de nuestra vida? ¿Cuántas veces nos resistimos a dar ese salto al vacío que profundamente sabíamos nos permitiría la más increíble expansión? Es tiempo de que lo hagamos, es tiempo de que nos animemos. Tauro además, nos conecta con la naturaleza. Es momento de que empecemos a actuar de manera consciente y sustentable, en armonía con el ambiente que habitamos. Ya no podemos concebirnos separados de la Tierra. Somos parte de ella. Tenemos que empezar a ver la realidad diferente: como una red. Y ser conscientes de que cada acción repercute en el otro.

 

Abrazar la empatía

Con Neptuno en Piscis en el cielo, el Universo nos pide, además, que todo este movimiento y cambio de paradigma sea dentro de un contexto amoroso. Que abramos nuestra consciencia y nos conectemos con nuestra percepción más sutil. Toda esta situación de cuarentena nos llevó a habitar la emoción. Ya no podemos mirar a un costado y seguir como si nada. No nos queda otra más que sentir lo que nos pasa, hacernos cargo de nuestras emociones y darles un espacio para que se manifiesten. Abrazarlas, sanarlas. También nos permitió resonar con lo que sienten los demás. Registrar que todos somos parte de lo mismo. Que lo que sucede al otro lado del mundo repercute en mí, que hay un eco energético que trasciende cualquier frontera o nacionalidad. Durante los próximos meses, muchos planetas estarán retrogradando en el cielo. Lo que significa que serán tiempos de mayor reflexión, de ir hacia adentro y empezar a procesar todo lo que fue pasando en esta primera mitad de año y ver cómo nos sentimos al respecto. ¿Qué mundo estamos creando? ¿Qué semilla elegimos plantar hoy para los que vienen?

No callarnos más

Por último, el Eje Nodal Sagitario – Géminis pone el foco en la necesidad de expresarnos libremente. En manifestar todo aquello que pensamos y crear nuevas formas de comunicación. Abrirnos a nuevas posibilidades, explorar caminos diferentes y permitirnos jugar sin miedo a equivocarnos. Nos pide soltar dogmas y reformular viejas creencias. Buscar el sentido profundo de la vida, ese que verdaderamente nos represente. Repensar nuestros vínculos y ver de qué manera nos estamos relacionando. Se trata de no callar, de hacernos escuchar. De ponerle alma a nuestra voz, sabiendo que en la unión de todas las voces está la verdadera fuerza. ¿Quién se une?

POR: Melisa Martin
Astróloga, Instructora de Yoga y Maestra Reiki
Redes: @melisamartin_
Mail: melisamartinmorgan@gmail.com

Comentarios

Enviá tu comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Notas Relacionadas

Ingresar

Para ver nuestras Revistas, debe ingresar su e-mail