Entrevista
Entrevista | Celebrities

Julieta Zylberberg

Autor: Julieta Otero

La vimos en la tele, en el cine, en el teatro y ahora también la escuchamos cantando su tema “Ojos de planeta”. En medio de un contexto incierto para los artistas, charlamos sobre la vida, los hijos, el feminismo y lo que se viene de cara al futuro.

¿Cómo se siente Juli en este momento?

Habitando esta incertidumbre a todo nivel, que me aqueja a mí y a un mundo entero, que es muy extraordinario realmente. Acá estoy conservando una extraña calma porque no queda otra, por suerte al menos es verano. Fue muy raro todo el año, sigue siéndolo, así que sobreviviendo.

 

¡Vimos en las redes que usaste este tiempo de guarda para conectarte con la música!

¡Sí! A mí me gusta cantar y siempre quise poder acompañarme con la guitarra y cuando tuve tanto tiempo el año pasado me obsesioné con esto y logré sacar unas notas, pero creo que ya llegué a mi techo de autodidacta nivel fogón (risas). A partir de esto, me junté con mi amigo Manu (Hattom) e hicimos la canción “Ojos de planeta”. Eso estuvo relindo.

 

¿Te ves dedicándote un poco más a la música?

Sí, un poco sí. O sea, esta canción la hicimos juntos y me quedé bastante emocionada. Como que me dan ganas de juntarme a hacer canciones con amigos, tengo bastantes amigos músicos, me empezaron a dar ganas de eso, hacer canciones con uno, con otro… A mí me copa la música, tengo un vínculo muy cercano, es algo que me conmueve un montón.

 

Hablando de conmover… ¿Cómo fue la experiencia de llevar la obra La Fiebre a versión online?

Hicimos dos funciones por streaming y estuvo rebueno, lo filmamos a dos cámaras en vivo y fue una experiencia distinta, no sé si es la mejor, pero bueno, llevamos tanto tiempo sin hacer nada que juntarnos en el teatro y hacer la obra que yo amo, fue hermoso. Después hicimos una función con un tercio de sala presencial y fue genial, aparte la obra es superíntima, la hacemos en Nun Teatro Bar, que es una sala relinda, chica y cercana con el público. El público es muy importante y al ser un monólogo, estaba yo sola, o sea que por streaming fue una soledad insólita.

 

“Me copa la música, tengo un vínculo muy cercano, es algo que me conmueve un montón”

 

Si repasás entre todo lo que hiciste, ¿cuál creés que fue el mayor desafío para tu carrera?

La verdad que hay varios, pero el último fue esta obra. Nunca había hecho algo yo sola en el escenario, siempre me valgo un montón de mis compañeros, concibo así la actuación, algo colectivo. Entonces, me resultó muy difícil. Era muchísimo texto, la obra es increíble, las escribió y dirigió Mariana Chaud, que es íntima amiga mía y la admiro un montón. Pero, bueno, también la obra habla de un montón de cosas reduras y difíciles de plasmar dramáticamente. La locura, la necesidad, la soledad, el quedarse afuera del sistema… No es nada solemne, pero es difícil un monólogo de este tipo. Aparte el personaje está en brote toda la obra, así que fue complicado aprender esto porque es bastante anárquico y, también, verlo de cerca e ir entrando en las distintas emociones que plantea la obra. Eso fue para mí dificilísimo y estuvo genial, a la gente le encanta y, cuando se pudo, tuvimos el teatro siempre lleno, fue muy hermoso.

 

Cerramos el año con una ley aprobada con la que ustedes como actrices tuvieron mucho que ver. ¿Cómo vivís esta lucha?

Creo que la búsqueda del feminismo, y todo lo que falta para derrocar al patriarcado, es muy larga y muy profunda. Estamos en un momento superimportante, pero falta un montón y tiene que ver con líneas muy finas. Además de todo lo que es urgente, siento que la sociedad patriarcal tiene líneas muy finas que van a tardar un montón en cambiar, porque cualquier cambio de paradigma, cualquier proceso histórico paradigmático es enorme y atraviesa un montón de generaciones. De hecho, empezó hace un montón. Como que más allá de los lugares de poder, creo que va a terminar de triunfar cuando no sea un cuestionamiento, cuando no se pregunte qué se siente por ser mujer “algo”… cuando esa pregunta ya no exista, va a terminar.

 

¿Cómo llevás esto a la crianza de tu hijo?

Yo creo que no solo los padres criamos a los hijos, mi hijo viene con un montón de data del colegio, hay algo que se va generando y que llega a los pibes, no solo por los padres. Él me sorprende a mí con planteos y hablando de sexualidad, de género… Y en lo que a mí me respecta como madre, muchas veces intento eso que te decía de los lineamientos más finos. El tema del mal humor, por ejemplo, como que el hombre tiene más permiso de estar de mal humor. Yo focalizo un montón en el permiso del mal humor, si estás de mal humor, no me metas a mí en tu mal humor. Yo lo llevé a todas las marchas del aborto, si bien él es chico y todavía no sabe exactamente, le hablé un montón de eso, me pregunta y lo entiende y está genial. Cuando salió la ley me abrazó y me dijo “ya salió la ley”, reemocionado, sin entender del todo, pero entendiendo la necesidad del derecho, básicamente. Es eso, hay cosas que los pibes tienen entendidas, mucho antes de lo que las tuvimos entendidas nosotros, porque el mundo, por suerte, está cambiando.

 

En este número hablamos de resetear nuestra vida en este nuevo año. ¿Qué resetearías vos? 

No sé, me parece un poco difícil saberlo porque estoy un poco perdida y me permito estar perdida. En este momento de parate en la industria, a mí me cuesta porque actué toda mi vida. Yo vivo haciendo un montón de cosas, ahora en cuarentena me compré un torno, porque me gusta hacer cerámica e hice 200 piezas sin parar. Las hice, las hornee, las esmalté… vendí algunas, me quedé otras… No me dedicaría a eso, pero es algo que me hace bien hacer. También me pasa con la música. Ahora saqué la canción con Manu, pero a la vez no creo que me dedique a eso de lleno… Creo que prefiero no pensar mucho, tengo una manera un poco distraída de ir avanzando, prefiero estar distraída pero a paso firme. 

 

Y para este año, ¿qué planes hay?

Tengo una participación en una serie de HBO y tengo como dos pelis y dos series, pero el mundo está tan incierto que no te las puedo ni mencionar. Creo que vamos a hacer unas funciones de la obra La Fiebre en febrero y a fines de febrero vamos hacer con mi amigo Manu y Mariana, la directora de la obra, un show de canciones en la terraza del Picadero que se llama Fogón, que lo estamos preparando.

 

“Prefiero no pensar mucho, tengo una manera un poco distraída de ir avanzando en la vida, prefiero estar distraída pero a paso firme”

 

PING PONG

Un libro: Nuestra parte de noche, de Mariana Enríquez. 

2 vicios: la música y la comida.

Una canción que te suba: “Ojos de planeta”, es muy arriba.

Un plato que te salga bien: Varenikes.

Sin hijo y sin laburo: me tomo una copa de vino con una amiga.

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