Entrevista
Entrevista | Personajes

Brenda Gandini

Autor: Julieta Otero

En pleno parate y aprovechando para estar al 100 % con sus hijos, la actriz reflexiona sobre la maternidad, el feminismo, los nuevos tiempos que se vienen y nos deja en claro lo importante que es su propio goce.

Bueno, después de que las dos anduviéramos complicadas para hablar con los chicos en cuarentena, voy a empezar por esta: ¿cómo te organizás con tu trabajo tan demandante y los nenes?
Trato de organizar las prioridades y tengo en claro que amo a mis hijos y son mi prioridad, pero también que soy una mujer que ama lo que hace. Trato de que cuando estoy, ese tiempo realmente valga la pena. Creo que está buenísimo que, como mujeres, podamos mechar las dos cosas: estar presentes con nuestros hijos y trabajar. Por suerte, en mi caso, estamos madre y padre y podemos organizarnos para que cuando uno no está, esté el otro. Fomentamos que todos busquemos el bienestar de todos los integrantes de la familia y creo que para los nenes está buenísimo ver que sus padres tengan la suerte de trabajar de lo que les gusta.

Tenés muy trabajada la culpa… (risas)
Más o menos (risas), me costó mucho más con mi primer hijo. Creo que como madre primeriza, una está invadida de sentimientos nuevos, conociéndonos con ese hijo que trajimos al mundo, todo te da miedo y querés hacer todo lo mejor y hacerlo vos. Pero, ya con un segundo, una tiene la experiencia del primero y creo que intenta aprender y no repetir lo mismo, ¿no? A veces, por ejemplo, tengo un día de trabajo largo y después una cena y, la verdad, me da culpa. Al final, soy re culposa, aunque trato de trabajarla (risas).

Y, hablando de la culpa, esta edición habla del goce femenino. ¿Cómo vivís vos tu propio goce?
Antes, nos pasaba que, como mujeres, no podíamos hacer un montón de cosas y estoy en total desacuerdo con eso. Creo que cada mujer vive su femineidad y su maternidad como puede, con la historia que trae, con los miedos que tiene y está todo bien. Porque cada una es como es, porque so-mos personas distintas, porque sentimos distinto, pero el goce es fundamental en nuestra vida. A veces pienso: ¿por qué está bien visto que un hombre aprenda a “tocarse” desde chico y la mujer no pueda ni hablar de eso? Eso está mal, las mujeres tienen que descubrir su propio goce desde chicas y nosotras tenemos que incentivarlas y ayudarlas a que sea de una forma sana y natural. Yo, como mujer, también estoy aprendiendo. Tratando de cortar con todas esas cosas que creía que estaban mal. Me parece fundamental para toda mujer hoy poder invertir tiempo en este tema. Para aprender qué nos gusta y qué nos hace bien y, conociéndonos, luego podemos compartir nuestro placer con otro desde un lugar sano. Me parece que hay que trabajar en esto de no inhibirnos y explorarnos, porque es fundamental para todos los ámbitos femeninos.

¿Cómo vivís el feminismo?
Estoy muy movilizada con todo lo que está pasando y, por mi parte, estoy intentando educarme para deconstruirme y empezar a encontrar las palabras adecuadas para tratar estos temas. Estoy leyendo mucho y creo que es un aprendizaje diario porque, si bien esto viene desde hace mucho y con mujeres pensantes que escribieron sobre todas estas ideas, todos tenemos mucho por aprender. A mí me gusta ir desde la raíz, conocer por qué surge todo esto y empezar a ver todas las ramas del feminismo. Sigo a un montón de mujeres con distintas líneas del pensamiento femenino, las leo y trato, todo el tiempo, de ver en con qué pensamientos me siento identificada. Es mi trabajo diario para poder ser mejor mujer conmigo y con todas las mujeres que me rodean, especialmente siendo la madre de una mujer, quiero que mi hija sea consciente de esta lucha. Porque por la lucha de todas estas mujeres vamos dando todos los días un pasito más, porque es un trabajo que requiere de mucho tiempo y de mucho cambio de pensamiento.

¿Y cómo hacés consciente esta lucha en la crianza de tus hijos? Creo que como madres de varones tenemos más trabajo, ¿no?

Sí, creo que es más difícil el hombre que la mujer. Incluso, me doy cuenta yo de que, en pequeñas cosas, como levantarle el plato a mi hijo, tengo trabajo por hacer. Creo que nuestro mayor desafío es criar hijos feministas, sobre todo hombres. Y es re loco cómo ellos ya vienen con otro pensamiento más inclusivo y están atentos a todo lo que se habla en casa. Hace poco, estaba con mi hijo hablando sobre una pelea en el colegio y me dijo: “mamá, a los hombres ni a las mujeres se les pega. A ninguno de los dos”. Es un gran trabajo que tenemos como madres, porque tenemos la responsabilidad de criar a los hombres y las mujeres del futuro para tener una sociedad más justa a nivel género. También pienso en un feminismo inclusivo: al hombre se lo tiene que hacer partícipe de esto, porque también hay hombres que quieren cambiar, que fueron educados de una manera machista y que se dieron cuen-ta de que esa educación estaba mal. Hay que darles lugar y escucharlos.

¿Y cómo fue el tema de protagonizar con poca ropa Desnudos ante el público, colegas y tu pareja?
La verdad que yo, en particular, no tengo mucho problema; al laburar con mi cuerpo hace mucho, cada vez tengo menos pudor. Pero, sobre todo, cada vez tengo menos exigencias con mi cuerpo, por esto mismo, por esta reeducación que nos hace salir de un estereotipo de mujer que nos impusieron y que no es real. Lo que tiene mi cuerpo, lo tiene por genética y no por deber ser. Pero no tuve vergüenza. Quizás lo más difícil fue, de hecho, tener que construir la vergüenza de esos cuerpos desnudos (risas).

¿Cómo llevaron la convivencia con tu pareja (Gonzalo Heredia) en otra ciudad y trabajando juntos?
La verdad que fue espectacular: nos redescubrimos como compañeros fuera de la casa, de la crianza, de la rutina que, a veces, nos hace más estructurados. Nos divertimos muchísimo. La verdad que Mar del Plata nos trató tan bien, el cariño de la gente de todas las provincias y los comentarios hermosos sobre la obra fueron supergratificantes. Nos hicieron sentir como en casa.

Hace un tiempo se casaron “sin reglas”. ¿Qué les dio como pareja?
Lo que nosotros sentimos en ese momento fue celebrar el amor y la familia que formamos. Gonza pensó la propuesta con mi hijo y eso me encantó. Fue celebrar el amor, el haber crecido juntos, el seguir encontrándonos… más allá de que sea una relación normal, que no es 100 % color de rosa (risas). Valoramos lo que encontramos y lo que formamos, que no es tan común en estos tiempos. Rescato y valoro que, más allá de todo lo que vivimos, estamos juntos y seguimos estando unidos y bus-cando maneras de reencontrarnos. Que le ponemos energía al amor y vamos de la mano compartiendo la vida.

¿Y cuál creés que fue la clave para sobrellevar una pareja tanto tiempo, estando los dos tan expuestos?
No sé si hay un secreto, me parece que lo importante en toda relación es poder hablar con tu pareja de cualquier cosa. Es la única manera de que las cosas estén claras. Esto es algo que realmente admiro de nuestra relación, el hecho de poder transmitirnos lo que estamos atravesando en ese momento y tener la capacidad de entender al otro como ser individual. Que mi pareja no dependa de mí para hacer lo que tenga ganas de hacer y que su libertad siga intacta más allá de que esté en pareja conmigo. Que pueda elegir qué cosas quiere hacer, qué trabajos quiere aceptar… Yo lo acompaño en su camino, él me acompaña en el mío y juntos nos vamos encontrando y viviendo una vida de manera amorosa. Me parece que eso es como la base de cualquier relación.

Ahora, la pregunta del momento: ¿cómo estás viviendo la cuarentena?
La verdad es que estoy tratando de dejar de lado lo virtual y la tecnología para volver un poco a lo primitivo. Conectando con las plantas, con el aire libre, con cosas que tengan que ver con la imaginación y la creatividad. Es un momento de mucha introspección, de mucho aprendizaje, de ver qué nos va a dejar todo esto; es realmente una cachetada para todos. También estoy con los sentimientos a flor de piel, son tiempos de mucha sensibilidad para mí, todo esto me moviliza en muchos aspectos. Es un momento de mirar para adentro, de ser más conscientes, de empezar a pensar un montón de aspectos de forma colectiva y ya no individual. Es un momento muy importante para pensar en todo… repensar los vínculos, el estilo de vida que llevamos… Yo siento que nada de lo que era volverá a ser.

Cada vez tengo menos exigencias con mi cuerpo, por esta reeducación que nos hace salir de un estereotipo de mujer que nos impusieron y que no es real

PING PONG
Un defecto: uuuf (risas) uno de los que tengo es que soy muy desordenada, por ejemplo, en la cocina.
Una virtud: me gusta mucho escuchar a la gente con la que hablo, aprendo mucho de ellos.
Algo que te salga muy bien: la chocotorta (risas).
Sos adicta a: el chocolate.
Quisiera tener más tiempo libre para: estudiar.
Una mujer referente que te inspire: un montón pero, en este momento, Luciana Peker.
Algo que te dé placer: estar en la cama hasta el medio día.

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