“Si uno solo piensa en la gente que tenemos la posibilidad de estar en una casa, con comida, calentitos… creo que es un momento de introspección que está bueno, vivimos muy a mil la vida. Creo que nos estamos escuchando más, valorando más lo que tenemos y lo cotidiano”, Caro Kopelioff 

Sos una mujer acostumbrada a moverse un montón, ¿cómo llevás el hecho de estar encerrada? 

Estoy siempre de acá para allá, porque me encanta hacer un montón de cosas, laburo mucho, tomo clases, hago planes… Cuando arrancó todo esto, estaba por empezar a grabar una peli y, de pronto, se me cambió todo. Las primeras semanas fueron más difíciles, creo que para todos. Y ahora estoy en casa y, por suerte, pude retomar con algunas clases y ensayos. Pero bueno, los proyectos se aplazan y eso, a uno, le genera un montón de angustia; es muy raro todo. 

¿Y con qué cosas nuevas te encontraste en este tiempo? 

Creo que uno empieza a valorar más las cosas de la cotidianidad y siento que fue importante tomarme este momento como un espacio para mi, para desarrollarme y conectar, gracias a la tecnología, con otra gente. Pude tomar clases con gente que está en otros países. Participé en Teatro en Cuarentena, por ejemplo, con distintos actores, ahora hago uno con un actor de España. Sacando lo malo, creo que este caos trajo cosas que están buenísimas. Y también a dedicarme tiempo para mí que, a veces con el ritmo cotidiano, no puedo hacerlo; para hacer gimnasia, leer, tocar el piano… eso está buení-simo. 

¿Cómo llevás el día a día? ¿Tenés armada una rutina? 

Tengo rearmada una rutina porque tomo muchas clases y tengo varios horarios que no puedo mover. Igual al principio, como que me motivaba más, por ejemplo, hacía yoga o gimnasia a la mañana. Ahora me cuesta más y por ahí hago a la tarde. Pero no se (risas), como que es todo lo mismo que se va repitiendo; por suerte tomo clases y tengo ensayos así que me tengo que ordenar. Estoy ensayando para la película que te contaba, del director Juan Pablo Martínez, que voy a protagonizar con Flor Otero. La peli se va a filmar en el sur de Argentina, así que realmente espero que podamos viajar pronto. Es una historia muy hermosa, nuestros personajes viven en una hostería en el sur y nosotras somos buzos que llevamos a los turistas a pasear por un bosque sumergido que hay en el sur. Y el personaje de Flor Otero, que sería mi hermana, es sordomuda; así que ahora estamos por tomar clases de lengua de señas. Es una película con muchos desafíos increíbles, en un lugar espectacular y para la que tengo que aprender nuevas disciplinas, así que estoy muy contenta. 

Sos superartística, ¿cómo canalizás toda tu creatividad estando encerrada? 

Uuuf, es difícil. Pero uno se va rebuscando. Estoy ensayando para una obra por Zoom, es medio un delirio ensayar por Zoom pero lo hacemos (risas), estoy tomando clases en una escuela que se llama Norah Maseico, ahí tengo mucho de improvisación, siento que me llena un montón. También tomo clases de actuación frente a cámara con mi coach y con otra actriz le vamos mandando monólogos. Y después me permito cantar cuando tengo ganas, tocar el piano, poner música y bailar… creo que uno va encontrando las formas (risas). 

¿Qué es lo que querés hacer cuando vuelvas a la normalidad? 

Creo que quiero hacer todo (risas). Cuando termine esto, quiero estar mucho tiempo sentada en un parque, necesito naturaleza. También muero por tomar unos mates con mis amigas, aunque no se si eso va a ser posible (risas), bueno, cada una con su mate. Volver a mis clases de teatro presenciales, que para mi son sagradas. Y obvio poder retomar la película y todos los demás proyectos. 

¿Qué sacás de positivo de todo esto? 

Si uno solo piensa en la gente que tenemos la posibilidad de estar en una casa, con comida, calentitos… creo que es un momento de introspección que está bueno, vivimos muy a mil la vida. Creo que nos estamos escuchando más, valorando más lo que tenemos y lo cotidiano. Pero bueno, la verdad es que es una situación muy complicada y, por ejemplo, en mi trabajo te contratan por proyecto. Creo que también esto está siendo difícil para un montón de gente que no trabaja en relación de dependencia y que a muchas familias realmente se les está haciendo muy difícil. También esto nos está impulsando a que seamos mejores personas. 

PING PONG DE CUARENTENA 

Un lugar de la casa que sea refugio: mi cuarto. 

Una peli y una serie del último tiempo: Mujercitas y Anne with an E 

Receta de cuarentena: no hice ninguna (risas). 

Un olor que extrañes: a pasto recién cortado. 

Estoy más consciente de: mi cuerpo. 

Algo que extrañes mucho: abrazar.

Créditos fotografía: @joelberaldi y gentileza Caro Kopelioff.