Julia es marplatense, pero vive hace siete años en Brasil con su marido y sus hijos. Estudió Publicidad, luego Diseño Gráfico, creó su emprendimiento de vinilos personalizados, se mudó a Brasil, creó una cuenta en Instagram sobre maternidad, se aburrió, estudió Diseño de Interiores y, por fin, el bichito de la pasión le tocó el pecho y se animó a crear la cuenta Deco por dos mangos. Lo que empezó chiquito, mostrando las cosas que hacía en su casa, se transformó en una comunidad gigante que espera cada contenido de ella para seguir mejorando sus hogares a un costo pequeño, pero siempre soñando en grande. 

¿Qué es para vos vibrar alto?

Vibro alto cuando siento que estoy en el camino cierto, todo fluye, se conecta, parece escrito por alguien. Vibro alto cuando sigo mi instinto para lograr algo. Generalmente, me pasa cuando hago algo sabiendo que va a ayudar o inspirar a otros. Vibro alto cuando no solo pienso en algo para mí, sino en algo para compartir.

¿Cuáles son tus rituales para vibrar más alto?

Los rituales me los tatuaría: pintar, dibujar, hacer ejercicio diario, hacer meditación, escuchar podcasts, estudiar algo que me guste o investigar sobre ello, escuchar música buena, prender sahumerios, salir a la naturaleza…todas estas cosas me elevan.

Cuando creo contenido o lanzo proyectos, yo siempre pienso en el otro. En poder darles algo que los active, los movilice y los conecte con sus propios sueños y pasiones”, Julia Vasile

Estudiaste y emprendiste en un montón de rubros. ¿Cómo fue encontrar tu propósito?

Cuando yo me iba formando, la gente me preguntaba “¿por qué no te enfocás en una cosa?”. Estudié Licenciatura en Publicidad, diseño gráfico, hice cursos, empecé una cuenta de Instagram que se llamaba @cosademamis, donde hacía humor con cosas que le pasan a las mamás, cuando vi que no iba más por ahí, pude recalcular. Así que estudié diseño de interiores y la gente me decía “Juli, si no sos arquitecta, estudiaste publicidad, ¿para qué decoración ahora?”… Y bueno (risas), al final creo que todos los caminos que anduve estudiando y probando me terminaron de aportar un montón de herramientas y enseñanzas. Creo que la clave para encontrar el propósito es callar la mente y escuchar esa sensación en el pecho que te dice “sí”, eso es lo que te apasiona. 

¿Cuál creés que fue la clave del éxito de Deco por dos mangos?

Creo que además de que es algo que disfruto muchísimo, la clave fue dar. Siempre di antes de recibir, compartía tutoriales, láminas gratis y eso la gente lo valora muchísimo. Yo compartía cosas que a mí me gustaban, que a ellos les servían y se terminó creando una comunidad. Ahora estoy preparando varias colaboraciones, lancé un libro, doy asesorías online, workshops… Me encantaría lanzar algún proyecto de arquitectura más accesible, siempre estoy pensando nuevas ideas y sueño alto, total es gratis. 

¿Cómo te imaginás la vida cuando todo esto pase?

La vida no va a ser la misma y es algo que asumí hace tiempo. Solo espero volver a abrazar a los míos, que no nos vemos hace más de seis meses. Muchas cosas mutarán y evolucionarán hacia otra cosa. Hay que estar abiertos al cambio, porque el cambio ya está acá.