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Vera Spinetta: la reina de la sensibilidad

Autor: Julieta Otero

Aprovechando el estreno de El Reino en Netflix, el nuevo thriller argentino que cruza temas de política, religión, corrupción y familia, charlamos con la artista argentina sobre cómo es fiel siempre a su deseo, los desafíos de construir su personaje, cómo alinea la maternidad con sus proyectos y sobre su rol de creadora. ¿Quién pone en lista la nueva serie?

Su sensibilidad y amor la llevan a entender a las demás personas, aunque haya diferencias. Ahí es donde Vera Spinetta y Ana, su personaje en El Reino, el nuevo thriller argentino de Netflix, se abrazan. Una serie de producción nacional, escrita por Marcelo Piñeyro y Claudia Piñeiro y con un equipo de actores de lujo, que encarnan a la familia Vázquez Pena, liderada por Emilio (Diego Peretti), un pastor evangélico y compañero de fórmula de un candidato a presidente asesinado, y la pastora Emilia (Mercedes Morán), posible primera dama, jefa de la organización y matrona impiadosa. El reparto, además, está inegrado por el Chino Darín, Nancy Duplaá, Daniel Kuzniecka, Peter Lanzani, Joaquín Furriel, entre otros. En esta nota, Vera nos adelanta un poquito de lo que vamos a poder ver en estos 8 capítulos y cómo conjuga su vida artística y laboral con la personal sin dejar, nunca, de responder a su deseo. 


La serie toca y cruza temas de política, religión, corrupción… ¿Cómo fue construir tu personaje en torno a estos conceptos tan alejados a vos?

En principio fue una investigación para mí, porque mi vida nunca pasó por la religiosidad, no conozco esos mundos, no los habité ni los tuve cerca. Entones, en principio era conocer esos mundos, la biblia, la gente que es seguidora, porqué es seguidora, qué es lo que les llama tanto…. Tratar de entender todo este universo, a partir de ver documentales, leer, ver a los pastores que hablan a cámara, que están con la gente, cuáles son sus ritos, sus propuestas… Porque Ana, si bien está en el linde, porque pertenece pero, a la vez, no quiere pertenecer, no cree. Ve la estructura y la entiende, y si bien ama a sus padres y los entiende, creo que ella es superpiadosa y amorosa, pero igual ella descarta todo eso. Pero para poder descartarlo tenía que entenderlo primero, entender de dónde viene ella y porqué está yendo para otro lado. Entender de dónde viene ella y porqué quiere otra cosa, fue un desafío grande para mí. 

 

En este abismo de diferencias que te separa de Ana, ¿qué creés que te dio ella a vos y que vos le diste a ella?

Yo creo que ella me dio algo de eso, de la piedad, de poder comprender todo más allá de las diferencias, de la incomprensión en otros aspectos. Poder igual comprender a través del amor, a través de la piedad… Yo vengo de un lugar muy distinto, mi familia y mis hermanos, digo, apuntamos todos a lo mismo en un punto, como que el camino ya estaba trazado cuando yo llegué, mis abuelos eran artistas… no es que vengo a romper acá con todo por tal o cual cosa. Algo de eso fue “ok, esta mujer es muy valiente también”. Si bien es superinsegura, Ana se va volviendo cada vez más fuerte para tomar determinadas decisiones porque tiene, además, una madre muy fuerte, un padre muy fuerte, unos hermanos que están al pie del cañón y funcionando para esa estructura. Y a ella romper con todo eso le duele igual. Y yo creo que a Ana le di, no se, frescura o dulzura un poco en este mundo que ella podría ser más dura, más rígida por esto del rechazo o por sentirse que no tiene independencia suficiente o voz propia para tomar decisiones. Yo sí he tomado decisiones en mi vida fuertes. 

 

¿Y en dónde te encontrás con Ana?

Bueno, en el amor como motor, es un personaje supersensible y que ama mucho, aunque tenga sus diferencias. Ama mucho, me parece que en eso sí nos parecemos. 

 

Claro, es que vos también sos supersensible y lo demostrás desde chica, digo escribiste tu libro de poemas, hacés música, actuás… ¿cómo conviven todos esos mundos en vos?

Creo que lo que entendí con los años es poder enfocarme en una cosa a la vez, eso es algo que yo necesito, hay personas que pueden abarcar muchas cosas a la vez. Yo no puedo, de verdad puede ser una virtud, yo necesito ponerle todo y cuando me refiero a todo es que todo de mí está involucrado. Entonces, necesito ponerle todo a lo que hago porque si no no es la entrega que estoy buscando ni el aprendizaje que busco. Si yo tengo el privilegio de elegir los proyectos que voy a hacer y, a partir de ese deseo genuino, entonces todo va a ser para eso. Y esa es la manera que yo tengo de evolucionar en mí, es la manera que me gusta vivir. Lo mismo con mis hijos, yo estoy todo el tiempo con mis hijos y trato de sumarlos a mi vida laboral o artística. Estoy escribiendo y están mis hijos al lado, intentar de verdad coincidir esos dos mundos y a ellos hacerlos parte. Porque así también lo hicieron mis viejos, me dejaron participar y eso fue clave para mí porque yo aprendí a hacer las cosas así. Digo, un niño tiene la capacidad de absorber todo lo que pasa alrededor, entones si vos les abrís las puertas y le decís “mirá estoy haciendo esto, podés ser parte de esto”… no es magia, es simplemente laburar algo, darle tiempo, darle espacio, darle aire y darle todo, amor. Entonces si los hijos forman parte de eso, vos estás criando seres que después van atener la capacidad de elegir lo que aman. Porque si te ven tan dedicada a lo que hacés, incluso los hacés parte, me parece que ellos después van a poder elegir lo que quieren. 


"Yo estoy todo el tiempo con mis hijos y trato de sumarlos a mi vida laboral o artística. Estoy escribiendo y están mis hijos al lado, intentar de verdad coincidir esos dos mundos y a ellos hacerlos parte. Porque así también lo hicieron mis viejos, me dejaron participar y eso fue clave para mí porque yo aprendí a hacer las cosas así"

 

Total, y todo esto que me decís, combinado con tu libro de poesía, tu disco con sonidos analógicos y tu forma de ser, me lleva a pensar que vivís a una velocidad y con unas ideas completamente distintas a las de tu generación que va a mil…

No me siento para nada identificada con la velocidad que se está viviendo hoy ni con el ruido, a mi me gusta el silencio y los tiempos largos. Porque de verdad es la única forma que conozco y siento que de verdad conecto con mi deseo y con lo que tengo para decir. No siento que pueda hacer las cosas rápidas, seré más lenta (risas). 

 

Lanzaste tu disco el año pasado y leía que no lo querés presnetar hasta que no se pueda estar en vivo, sin tanto protocolo… ¿qué te depara a nivel musical?

Sí, tengo superganas de tocar en vivo pero así como dijimos antes, cuando se de de una manera más orgánica. No por streaming o llena de protocolos. Si no una forma más libre, sigo haciendo música, quiero escribir otro libro, es como que digo bueno me tomo mis tiempos pero voy haciendo lo que quiero. Elijo y ojalá salga El Reino 2 en algún momento (risas).

 

Tenés como el rol de creadora muy a flor de piel…

Redivertido, no se si puedo entenderlo de otra forma. Tanto como mi papá, como mi mamá, mis hermanos, mis sobrinos, mi hija que dibuja increíble, son todos creadores, me parece que es la forma mas linda de vivir: haciendo. Hacer cosas y en los tiempos de uno. Y no forzar, no forzarme, no querer algo que no soy. De verdad intento ser lo más genuina que puedo, lo más transparente. Soy esto y ya está. Muchas veces no entiendo qué es lo que está pasando a nivel movimientos, música, cosas… no entiendo porqué no me siento tan familiarizada con la velocidad, con el mensaje… pero bueno, que siga existiendo, mientras que uno esté en la que le gusta ya está. 

 

Leía las críticas de tu disco, y muchas halaban de que tu obra tiene muchas similitudes con la de tu papá, ¿qué pensás hoy después de un tiempo de su lanzamiento? 

No sé, la verdad que no lo sé, no lo puedo analizar porque es mío. Lo que sí puedo pensar es que no traté ser diferente a él ni trate de parecerme a él. Yo desde yo hago lo que me sale a mí y si en eso hay similitudes, que seguro que las hay, que estén y si hay diferencias también. La influencia está porque lo admiro como artista más que a nadie en el mundo. No es que yo quise encontrar un mensaje parecido al suyo, mis hermanos vivieron en unas épocas diferente, que pasaban otras cosas… y también yo estuve siempre muy pegada a mis viejos, al estar tan distante a mis hermanes de edad y todo, siempre tuve gustos más parecidos con mis papás que con mis hermanos. En cuanto a todo: literatura, cine… yo consumía lo mismo que ellos. Ellos me mostraban cosas que a mí me flasheaban, como la compatibilidad de gustos, no se…

 

Volviendo a El Reino, ¿cómo creés que evoluciona y hacia dónde llega Ana?

Hay muchas cosas que no puedo decir, pero sin spoilear, la gran conquista de ella es decidir, que me parece una de las cosas más increíbles que uno puede hacer. Decir esto quiere yo, sentar bases de lo que ella quiere y tomar fuerzas para tomar esas decisiones y exponerlas al resto. 

 

"La gran conquista de Ana es decidir, que me parece una de las cosas más increíbles que uno puede hacer. Decir esto quiere yo, sentar bases de lo que ella quiere y tomar fuerzas para tomar esas decisiones..."

 

¿Y tu gran conquista?

Hacer lo que me gusta. Vivir de la manera en que me gusta vivir. Me mudé a una casa llena de naturaleza, vivo con el pasto, el sol, los árboles, el agua, el cielo… eso para mí es una conquista, porque yo deseaba esto, entonces lo hice. 


CRÉDITOS FOTOS: Pablo Franco / Netflix

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