Estamos en una era bisagra, de eso no quedan dudas. Pero no podemos negar que, ante tantos cambios de paradigmas, de vez en cuando las dudas no nos atormenten a la hora de criar a nuestros hijos o nuestras hijas, y continuar siendo las mujeres que queremos ser. Lo cierto es que nuestros hijos e hijas se inspiran en nosotras, nos ven deconstruirnos, son testigos de nuestra reconstrucción y, especialmente, de esta búsqueda incesante de ser las mejores madres que podamos ser, siendo, principalmente, mujeres. La buena noticia es que ya no estamos solas y, si bien queda mucha agua por pasar entre el dicho y hecho de la sororidad, en esta cruzada de criar hijos e hijas libres estamos todas juntas. En la búsqueda de seguir expandiendo esta red de iguales, charlamos con tres mujeres y madres que, desde sus cuentas de Instagram, inspiran a otras a vivir la vida que quieren vivir mientras crían a sus hijos y sus hijas. Mujeres y madres que, lejos de la perfección, intentan hacer, como nosotras, lo mejor que pueden mientras siguen sus pasiones.

Primero, mujeres

Ni escuela de señoritas, ni prepararnos para tener criaturas y llevar adelante una casa —o sí, pero como deseo propio y no impuesto— hoy como mujeres, aún peleando varias batallas que quedan por ganar, conquistamos nuestra libertad para poder dedicar nuestro tiempo y energía a desarrollar nuestros propósitos y pasiones. Pero claro, no todo es color de rosas: “cuesta (risas), pero no es imposible, cuando Santy (su hijo) recién nació, me sentí muy abrumada y creo que una de las cosas que más me hacía sentir mal, era que mis proyectos se vieron aplazados”, cuenta Natalia Sabransky, ilustradora que lleva adelante la cuenta @mamailustrada, donde comparte sus dos pasiones, su trabajo y su familia, con humor y con esa cuota de realismo que, hasta no hace mucho, quedaba escondida en las oscuridades maternales. “Con el tiempo, fui recuperándolos y aprendiendo a separarlos de la maternidad, ya que, antes de ser madre, soy mujer y tengo mis propias aspiraciones”, agrega Naty. Y pensar que, hasta no hace mucho, ni siquiera podíamos expresar cuáles eran… De hecho, no siempre es fácil encontrar nuestro propósito, porque este camino de libertad es aún demasiado joven. Sobre esto reflexiona Bernardita Siutti, creadora de la exitosa cuenta @mami.albanil, perfil que comenzó mostrando el lado técnico de cómo arreglar tu casa sola y que, pronto, terminó siendo una comunidad de inspiración de independencia femenina. Cuando Bernardita hizo el chiste de que se iba a abrir una cuenta de Instagram, jamás se hubiese imaginado todo lo que vendría después. En palabras de ella, “me salvó la vida, yo estaba en un momento que no encontraba mi propósito, me iba mal con el otro negocio que tenía, estaba frustrada con mi expareja, siento que fue una ventana a mi propio cambio interior, para tener una vida mucho más feliz”. 

La maternidad es para siempre

Pero lo cierto es que, una vez que se es madre, nada puede volver a ser como antes. Estamos de acuerdo, ¿no? “Siento que, desde que soy mamá, ya no puedo desdoblarme, soy una “mujer/madre”. Tanto las certezas como las dudas que traía de antes se trasladaron a ese rol. Casi no recuerdo cómo era no ser mamá, parece haber sido en otra vida (risas)”, reflexiona Juliana León, quien fundó su blog Madre in Argentina cuando sus hijas eran pequeñas y hoy, desde su cuenta @madreinargentina muestra su vida con dos mujeres adolescentes en casa. Transformado nuestro ser femenino por la maternidad, es cierto que ya una nunca vuelve a ser la misma, pero el instinto salvaje nos dice que este canal que abrimos nos viene a enseñar mucho sobre la vida, más allá de las hijas y los hijos, para hacernos crecer y llegar a la plenitud. Sobre esto, Fabiana Jafif, alma de la cuenta @demadreamadreblog, en la que asesora y mentorea a emprendedoras y madres, explica: “a veces, vemos la maternidad como algo imposible, algo que únicamente tiene como responsable a la madre, lo que imposibilita que podamos seguir con una vida tal como la que teníamos antes de tener este rol”. Sin embargo, aunque no seamos las mismas mujeres que antes, “esto no tiene por qué condicionarnos. La maternidad para mí es un emprendimiento más de mi vida, todo tiene que pasar por las prioridades de una”, agrega Fabi. Y esto es algo que, un poco, nos está pasando, por suerte, a todas. A mí con ey!, a ustedes con lo suyo y a Bernardita también: “yo tengo tres hijas mujeres y a Mami Albañil la siento como una cuarta hija. Le doy un lugar superimportante en mi vida y, la verdad, lleva mucho trabajo y dedicación”. 

“La clave es entender cuáles son tus prioridades. Si todo te da lo mismo, te va a dar lo mismo que se haga o no. Y si no se hace, no vale quejarse después. Está en una decidir qué hacemos primero y qué hacemos al final del día”, Fabi Jafif

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Fabi Jafif

Es relacionista pública y se dedica a mentoría maternal. Después de tener a su primera hija, y luego de que le que diagnosticaran esclerosis múltiple, Fabi cambió de rumbo y dejó su trabajo en relación de dependencia. Así, comenzó su aventura como consultora freelance de marketing digital y creó su blog De Madre a Madre, donde volcó sus sentimientos, preguntas y, a la vez, su nueva forma de vida… Pronto se convirtió en una comunidad y genera eventos para mujeres de habla hispana distribuidas por todo el mundo. 

Maternar en una nueva era

En plena era de la deconstrucción, hace tiempo que nos estamos reconstruyendo como mujeres y como madres, y nada más lindo que ser una muestra real para nuestros hijos y nuestras hijas de que cambiar se puede y es necesario. Sobre esto, Bernardita nos cuenta que, al principio, le chocaba cuando las demás personas destacaban cómo su contenido estaba alineado a la nueva era feminista: “toda mi vida arreglé mi casa, me es muy natural. Pero, con el tiempo, entendí que, hasta hace unos años, no era normal hacer las cosas que hacía yo, no porque haya descubierto la pólvora (risas), sino porque toda mi vida me las arreglé sola”. Y asegura que, cuando lo entendió, le encantó poder ser parte de esa muestra de algo que estuvo siempre tan relegado. Lo mejor de todo esto es que ya no estamos solas; por un lado, nos tenemos a nosotras, somos red de apoyo femenino; por el otro, cuando están presentes, también los tenemos a ellos: los padres. Eso sí, erradiquemos la frase “por suerte él me ayuda mucho”, por favor. Juliana nos cuenta: “Santiago (su pareja) es un papá superpresente, la crianza fue y sigue siendo compartida. Jugamos en el mismo equipo, nunca nos pasamos factura de ‘yo hice esto y ahora te toca a vos’, porque el tener a las chicas siempre es una bendición, no una carga. Ser padres es un proyecto conjunto y tanto lo bueno como lo complicado es de a dos”, Juliana León. Lo mismo sucede en el caso de Naty, que nos comenta: “en nuestro caso, él trabaja fuera de casa y a tiempo completo, con lo cual, los fines de semana son los días en donde pasa más tiempo con el nene y yo aprovecho para terminar trabajos, porque trabajar en casa con un hijo es todo un desafío. Nuestro tiempo como familia, así como el tiempo que pasamos solos, lo administramos juntos”. No debemos olvidar que siempre nos tenemos a nosotras mismas, por eso hay que ser tranparentes reconociendo lo que nos pasa. La clave, asegura Fabi, es: “si estás cansada, por ejemplo, estás en todo tu derecho a estarlo y está buenísimo explicarles a nuestras hijas o hijos que lo estamos. Demostrarles que no somos invencibles ni todopoderosas y que mamá también tiene sentimientos”. 

“Si estoy contenta, mis hijas son las primeras en notarlo y, si estoy mal, también. No escondo mis sentimientos, mis inseguridades ni mis miedos. No me interesa que me vean como la supermamá que puede con todo”, Juliana León

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Juliana León

Juli comenzó con su blog Madre in Argentina cuando sus hijas eran chicas. Hoy son adolescentes y en la comunidad de mujeres que la siguen hay madres primerizas, mamás de adolescentes y hasta abuelas. Es que con su hermosa energía, Juli cuenta su experiencia tal cual es y trata distintos temas siempre desde la crianza respetuosa, sosteniendo la bandera de lo importante que es escuchar y entender a nuestras hijas e hijos. 

Criando en libertad 

Pero criar en libertad no sólo es mostrarnos tal cual somos ante nuestras hijas o nuestros hijos, sino que, además, es pensar al mundo lejos de los estereotipos de lo binario y más cercano al mundo igualitario y equitativo que tanto ansiamos y por el que luchamos. Naty nos cuenta al respecto: “adoro que hoy en día cada vez seamos más los padres que apuntamos a infancias libres. Amo que a mi hijo le gusten los autos y los unicornios por igual, que hoy las madres puedan tener libertad económica, elegir una carrera y seguir estudiando. Y amo que hoy desde mi rol de madre pueda trasmitirle toda esa libertad a mi hijo”. Porque criar hijos varones es toda una responsabilidad. Es que ya nos dimos cuenta de que no hay nada mejor que la transparencia y el diálogo a la hora de criar a nuestros hijos, y esto es una gran llave para ayudarlos a entender lo importantes que son nuestros proyectos. “Creo que el diálogo es fundamental. A mi hija de seis años le explico todo el tiempo que mamá trabaja, principalmente ahora que estamos todo el día en casa, que entienda que el que estemos en casa no significa que no trabaje. Oli todavía no sabe bien a qué me dedico, pero, si le preguntás, te va contestar algo de madres emprendedoras (risas)”, comparte Fabi. Entre la intuición, lo desaprendido y lo aprendido… somos madres que, especialmente, intentamos inculcarles a nuestras hijas y a nuestros hijos que sigan sus pasiones, y en esa búsqueda, Juliana nos aconseja empujarlos a que sean lo que quieren ser: “intenté e intento criarlas sin mandatos. Insisto mucho con la búsqueda de lo que las haga felices... Les recuerdo bastante seguido que hacer lo que a uno le gusta no tiene precio y que vale la pena el esfuerzo de lograrlo. Eso es válido para la vocación, para el amor, para todo…”.

“Tengo un collar con una chapita que tiene grabada la frase “déjenme ser”. Eso aplico en mi vida y en la maternidad. A mis hijas las dejo ser. A mí me costó mucho definir qué era lo que me gustaba y me reculpaba por eso. Ellas decidirán qué quieren hacer en la vida y yo las voy a acompañar”, Bernardita Siutti

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Bernardita Siutti

“No hay nada imposible para nosotras”, quizás sea el lema que más repite Bernardita, quien está detrás de su cuenta Mami Albañil, en donde enseña a otras mamás cómo realizar trabajos de albañilería desde un punto de vista sencillo, ecológico y con una frescura y un sentido del humor únicos. Mamá de tres hijas, de los tutoriales técnicos pasó a ser un ícono de inspiración femenina que destierra todos los estereotipos que tanto trabajamos para erradicar. 

Trabajar maternando 

Que seguimos cargando con una cuota de culpa en la ecuación trabajo y maternidad, no podemos negarlo. Los años de lucha por la independencia económica femenina no son gratis. Sin embargo, hoy ya somos conscientes de que no hay hijos ni hijas felices sin madres y padres felices. Que nos vean trabajar o tener que dejarlos al cuidado de otras personas para hacer algo que nos hace bien, o por nuestro trabajo, es algo que tenemos que dejar de sentir como un peso. Al respecto, Fabi comparte un gran tip: “tenemos que dejar de ver la maternidad como una excusa, para empezar a entenderla como motivación. Entender que no se nos termina la vida al asumir este rol. ¡Muy por el contrario! Que está bien hacer el tiempo para nuestros proyectos, no solo desde lo personal, sino también en lo profesional”. Pero cuando el trabajo lo hacemos desde casa, junto con ellos, ya sea por la cuarentena o porque nuestro trabajo es freelance, el intento se vuelve todo un desafío. Dado que su trabajo depende muchísimo del teléfono, Bernardita nos cuenta: “al principio me costaba bastante, porque yo les pedía que dejaran el celular, y a mí me veían con el teléfono todo el día en la mano. Pero, con el tiempo entendieron y les expliqué que esto también es un trabajo y que gracias a él podemos llevar la vida que llevamos”. Al final, las hijas y los hijos crecen, y además de dejarnos más espacio para esas cosas que deseamos y queremos hacer, se convierten en futuras personas adultas y replican todo eso que les enseñamos. Esta es la experiencia de Juliana: “teniendo hijas grandes, ya es más fácil. Arranqué con Madre in Argentina cuando ellas tenían ocho y diez años, así que, por aquella época, tuve que hacer algunos malabares. Pero ya no... Todo llega y este es justamente ese momento, porque ellas ahora me necesitan de otro modo. ¡La maternidad, el trabajo y la vida cotidiana en esta etapa se llevan muy bien!”.

Tejiendo redes

La red se teje y, si bien pocas somos la que sabemos tejer con hilo y aguja, en eso estamos. La red va abriendo el juego y expandiéndose entre cada una de nosotras, invitándonos a inspirarnos, a apoyarnos y a alentarnos a cumplir nuestros sueños, aún criando a nuestras hijas y nuestros hijos. Ser madre es uno de los trabajos más bellos y más complicados de la vida, pero cuando se tiene una red de contención, todo se vuelve más fácil. Estas cuatro mujeres, que llevan adelante sus comunidades siendo inspiración y motor para muchas otras que están en la misma cruzada, también saben algo de esto. Naty nos cuenta: “siento que hay muchas madres que se sienten solas, la maternidad no es algo fácil de afrontar y, muchas veces, lo más difícil viene de afuera. De las opiniones ajenas de personas que ante una madre primeriza, en vez de brindar ayuda y escuchar, se creen con el derecho de meterse, de juzgar, de decirles qué es lo que tienen que hacer y desmerecer su opinión”. Quizás, lo más doloroso de todo es que sean otras mujeres quienes apuntan con el dedo. Es que al trabajo de sororidad aún le falta mucho más que las meras palabras, para pasar del dicho al hecho. Bernardita reflexiona: “en mi mundo tan ‘masculino’, descubro que, a veces, las mujeres somos muy machistas. Por suerte, la cosa está cambiando, pero a mí me han hecho más bullying las mujeres que los hombres. Siento que la sororidad no se está practicando tanto como la decimos. Aún faltan generosidad y empatía”. Si bien aún queda mucho camino por recorrer, no quedan dudas de que estamos más unidas que antes y que nosotras también, en esto, nos estamos deconstruyendo. “Juntas estamos derribando, de a poco, mandatos y estereotipos con los que cargamos desde hace años, y me parece buenísimo. Porque, a veces, sigue existiendo una mirada muy juzgadora sobre nosotras. Esta es una etapa de transición en la que nos gustaría poder hacer las cosas lo mejor posible, pero no siempre nos sale…", reflexiona Juliana. Con errores y con aciertos, sigamos transitando este camino de crecimiento, aprendizaje y empoderamiento para cambiar y mejorar todas juntas. 

“Es muy necesario que, en vez de compararnos constantemente, aprendamos a intercambiar experiencias, aceptar las formas del otro y comprender que no existe una mejor madre que otra, cada una hace lo que puede y cree que es lo mejor para sus hijos o hijas”, Natalia Sabransky

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Natalia Sabriansky

Es ilustradora y su hijo fue la base de inspiración para su trabajo Mamá Ilustrada, una serie de viñetas sobre la vida cotidiana de una mamá primeriza, que comparte en su cuenta con el mismo nombre. Una inmensa comunidad de mujeres se sienten identificadas por la cuota de realismo que transmiten sus posteos: divertirse entre tanto caos, aceptarnos como somos y motivarnos entre todas a cumplir nuestros sueños… Naty inaugura YouTube y asegura: “siempre se puede ser más multitasking o una loca que no calcula el tiempo”. 

CONTACTO

Bernardita Siutti 

Instagram: @mami.albanil

YouTube: Mami Albañil

Fabiana Jafif

Instagram: @demadreamadreblog

Web: www.demadreamadre.com.ar

Juliana León

Instagram: @madreinargentina

Natalia Sabransky

Instagram: @natyilustrada / @mamailustrada

Web: www.natyilustrada.artstation.com

YouTube: Naty Ilustrada