¡Deseamos tanto que se pasara el año 2020! Listo, ya pasó. Pero pensar que esto sucede por arte de magia sin dejar secuelas ni considerar el terreno listo para generar cambios radicales sería un desperdicio. El año que pasó nos enfrentó a nuestras oscuridades, a todo eso que no teníamos resuelto aún en nuestra vida, corrió el telón para que veamos todas nuestras debilidades y también para que notemos cuán fuerte somos, aunque a veces no lo creamos. Puso la lupa sobre nuestros vínculos y nos empujó a elegir con qué energía queremos rodearnos de aquí en más. Nos hizo pensar y repensar qué es lo que nos está haciendo infelices, si queremos seguir manteniendo ese trabajo, si queremos seguir teniendo esa relación con nuestras hijas o hijos, si queremos seguir con esa pareja con la que, a veces, nos sentimos en soledad. Incluso nos replanteamos cuánto tiempo le estamos dedicando a nuestra persona y si realmente queremos seguir sosteniendo eso en el tiempo. Al respecto, la Astróloga Lu Gaitán nos cuenta: “aunque ahora volvimos a tener cierta apertura en nuestras actividades, creo que el 2020 dejó en evidencia muchas cosas que ya no van más. De hecho, desde la astrología decimos que el 2020 fue el año de la semilla, el año donde empezó un ciclo de casi 40 años. Así que el 2021 va a ser un año para potenciar todos esos cambios que empezamos a hacer durante este año que pasó”. ¿Listas para el cambio?
“El 2021 será menos denso y tenso que el 2020, sobre todo en la medida en que dejemos de aferrarnos a lo que ya no va más”, Lu Gaitán
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Lu Gaitán
Lu es un ser mágico y en su combo mágico mezcla Yoga, Astrología y Registros Akáshicos. A través de sus redes nos acerca contenido que alimenta nuestro bienestar, aliviana nuestra realidad y crea consciencia en torno a las temáticas del feminismo, la diversidad y la ecología. Publicó dos libros, Asuntos de Venus y Alumbra la luna (Planeta) y con su voz nos ofrece todo tipo de info valiosa y reflexiones desde Spotify con su podcast Bruji Pop.
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Abiertas al cambio
Si seguiremos usando tapabocas hasta la eternidad o sentándonos en una ronda donde cada uno tenga su mate, no lo sabemos. Pero lo que sí sabemos es que hay muchas cosas que no pueden volver a ser lo que eran después de todo el camino recorrido. Lu nos explica: “el 2021 será menos denso y tenso que el 2020, sobre todo en la medida en que dejemos de aferrarnos a lo que ya no va más. Lo que pude ver en mí misma y en las personas a mi alrededor fueron cuestionamientos muy profundos a nuestra forma de trabajar, de usar nuestro tiempo, de vincularnos, de comer, nuestras pautas de consumo, nuestras prioridades… Fue un año de purga, pero si insistimos en volver atrás por costumbre, porque nos da miedo lo nuevo o porque estamos bajo un capricho, vamos a sufrir muchísimo”. Sabemos que el miedo lo único que genera es parálisis y que tomemos malas decisiones y la buena noticia es que podemos aprender a vibrar desde el amor y no desde el miedo, su opuesto, y esa es una elección que cada día podemos elegir y trabajar. Ceci Carena, Coach Ontológica y Comunicadora del bienestar, comparte su punto de vista desde su propia experiencia: “yo enseño esto en mis cursos y soy testigo de cómo miles y miles de personas, este año de pandemia y con todo lo que pasó, cerraron el año con una sonrisa y explotando de amor, gracias a estas activaciones en las que el foco está justamente ahí, en evitar el miedo”.
“Todos siempre estamos donde elegimos estar. Por más que de afuera nos encierren o pase cualquier cosa que tenga que pasar, nosotros elegimos cómo llevar adelante todo eso. Es un desafío inmenso y hermoso”, Ceci Carena
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Ceci Carena
Ceci es comunicadora de buenas noticias y herramientas para la evolución personal, Coach Ontológica y Facilitadora de Alkymia en Argentina, desde donde enseña la poderosa herramienta de la Llama Violeta. Su camino espiritual comenzó hace 10 años con la partida de su hija Jazmín. Desde sus redes, comparte herramientas que nos hacen bien y una forma positiva de percibir y vivir la vida. Durante enero y febrero estará dictando encuentros virtuales de Co Creando 2021, en los que la idea es sanar el año 2020 e intencionar cómo queremos que sea nuestro 2021. Además, ofrecerá encuentros de Llama Violeta, en los que enseña a utilizar esta poderosa herramienta de sanación. + info en www.cecicarena.com
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Volver a conectar
La clave para este año está puesta en cómo vamos a hacer para llenar este contexto, que es difícil y que nos afecta, de amor y no de miedo. Ceci nos aconseja: “volver a vos, el amor siempre le gana al miedo. Todo en la vida es una elección, dejemos de pensar que el afuera nos controla. Somos nosotros los que creamos nuestra propia realidad”. Y un ejemplo de esto nos lo da Martina Álvarez, surfista, activista del cuidado del océano y embajadora de Corona, quien nació muy lejos del mar, pero eligió vivir cerca del océano y haciendo cosas por él. Para ello, tuvo que recorrer todo un camino de autoconocimiento, análisis y esfuerzo. Martina reflexiona: “cada uno es libre de elegir y crear la vida que quiere y tiene la fuerza y la oportunidad para hacerlo, hay que confiar en uno mismo y conocerse y, en base a eso, crear una vida que sea coherente con lo que uno quiere y piensa”. Ahora bien, ¿con qué queremos conectar este año para cambiar nuestra realidad? Podría ser un puntapié para empezar a trazar la historia que queremos vivir. Al respecto, Ceci nos alerta: “hay que estar muy atentos a que podemos llegar a estar más sensibles por todo lo que pasa, entonces tenemos que estar más conectados con nosotros mismos y rodeados de gente y de situaciones que nos llenen de amor”. Según un estudio de We are social, cada argentino con acceso a Internet invirtió al día durante 2020, unas ocho horas y cuarenta y siete minutos al día, lo cual además de superar la cantidad de horas diarias recomendadas, es un gran distractor para poder hacer foco en lo que queremos. Al respecto, Ash Mateu, estilista y productora de moda y Directora de Inside Studios, comparte su pensamiento: “hace unos años nos subimos al tren de las redes sociales, que viaja a la velocidad de un rayo. Una vez que dosificamos el tiempo, también podemos empezar a reconsiderar el contenido que consumimos. Nuestra mirada es selectiva, podemos elegir qué mirar y cómo queremos alimentarnos. ¿Qué tal si nos tomamos el tiempo de reconsiderar las cuentas que seguimos en Instagram?”.
“Es necesario que tengamos presente que dependemos de un océano saludable para sobrevivir como especies, necesitamos conectar con nuestro sentido más natural y acordarnos de que somos parte del todo”, Martina Álvarez
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Martina Álvarez
Marti nació en Buenos Aires, pero su amor por el mar la impulsó a elegir la tierra en donde quería vivir su vida, cerca del océano, en Panamá. Su curiosidad, alimentada por su alma de periodista la lleva por lugares donde el océano está presente, para comunicar información que genere consciencia. Además, es surfista e instructora de buceo y participa en varios proyectos, como la ONG que se llama Coralations, que se ocupa de restaurar arrecifes, realiza limpiezas submarinas y lleva adelante Woman of the Ocean, con el objetivo de que las mujeres se conecten con el océano. También realizó un documental, Missing Sharks, con el propósito de que surja una ley que proteja a los tiburones. En sus propias palabras: “el tiburón es, en mi opinión, el animal peor entendido del planeta, está sufriendo muchísimo por la reputación que le construimos con las películas y con los medios y se los está cazando sin piedad”.
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Animales de aire libre
Durante gran parte del año que pasó estuvimos encerrados y con poca conexión con el aire libre y el mundo natural, pero, si nos ponemos a pensar, nuestra desconexión con la naturaleza viene de antes. Pensemos que al tirar un papel o una colilla de cigarrillo a la calle, esa basura va a ir por la alcantarilla hasta el río y del río va a llegar al mar —si no la tiramos directamente al mar— y que, como plantea Martina, “cada una de nuestras acciones tienen una consecuencia directa con el mar y al tirar la basura nos estamos autoafectando”. Y agrega: “somos un animal más de este planeta y no los dueños de todo. Tenemos que darnos cuenta de la importancia que tiene el mar, que es la casa de muchísimos seres vivos, que genera parte del oxígeno que respiramos, que a muchos les provee alimento y que regula la temperatura del planeta”. Quizás pensar en todo esto nos haga entendernos como parte del planeta y no como sus propietarios. Durante los meses de guarda del año pasado pudimos ver cómo la naturaleza fue ganando otra vez terreno, recuperando sus colores, sus sonidos, su magia… Quizás este año sea el momento ideal para encontrar un equilibrio entre nuestro disfrute y el bienestar de la Tierra. Al respecto, Lu Gaitán nos anima a “estar en contacto con la naturaleza y al aire libre. Es simple, pero lo olvidamos fácilmente y la falta de esto, durante la cuarentena, nos pegó remal a muchas personas y terminamos desarrollando "el síndrome de la cabaña": irritación, apatía y desgano por el encierro. Producto de nuestra urbanidad, olvidamos que somos animales y que necesitamos lo mismo que ellos”. Con más calorcito y la posibilidad de vernos, cuidándonos, al aire libre, no deberíamos desperdiciar este momento para hacer todos esos planes que nos recarguen las energías.
“Son tiempos de disfrutar, de vivir más para el adentro que para el afuera. La moda puede ser muchas cosas, pero que nunca deje de ser una lugar de disfrute y autoexpresión”, Ash Mateu
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Ash Mateu
Ash es estilista y productora de moda. Además, dirige su escuela de moda Inside Studios, en la que promueve workshops y cursos para adentrarse en la moda, siempre con una mirada consciente sobre la igualdad, la diversidad y el consumo respetuoso. Con una gran elocuencia y mucha información y trabajo de campo sobre la industria de la moda, su escuela llega a toda Latinoamérica y miles de personas se forman para seguir construyendo una moda más justa, profesional y creativa. Desde sus redes, impulsa a seguir utilizando la moda como un canal de autoexpresión, sin exigencias, comparaciones ni frustraciones.
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Por un amor universal
De la era del amor propio pasamos a la era del amor universal. Respeto, inclusión e igualdad son tres tópicos que tenemos que empezar a trabajar este año con nosotras mismas y con los demás. Pero, sin dudas, no podemos pensar en las otras personas si antes no logramos una mirada y un pensamiento amoroso para con nosotras mismas. Ash nos recuerda una frase de Kate Moss que recorrió el mundo: “Nada sabe tan bien como estar flaca”. Una frase polémica que hoy, con una mirada más consciente, puede ponernos la piel de gallina. Ash la analiza y nos explica: “la frase es tan cierta como empíricamente demostrada por los estudios de mercado. Las mujeres comprábamos para vernos flacas. Llegaba el verano y hacíamos dieta, empezábamos el gimnasio y comprábamos un autobronceante. Lo hacíamos casi sin pensar, dando por sentado que era así. Por eso me parece superimportante repensarnos por dentro”. Empezar a revisar qué seguimos en las redes sociales puede ser un primer gran paso, porque el hecho de que a una cuenta la sigan millones de personas no quiere decir que nosotras también tengamos que hacerlo, si eso nos genera ansiedad y frustración. Consumiendo a la velocidad de las redes, “casi sin pensar o sin sentir demasiado, deseamos cosas que descartamos cada vez más rápido. Por eso creo que el primer paso hacia la desintoxicación de la moda es usar menos las pantallas, regular la cantidad de tiempo que invertimos en la vida de otros. Dosificar el tiempo en que nos exponemos a la publicidad o contenidos tendenciosos”, recomienda Ash. Dejar de compararnos y entendernos que, más allá de nuestras diferencias, a fin de cuenta somos todos iguales, puede ser un segundo gran paso. Martina reflexiona al respecto: “el surf me dio un montón de amigas y amigos y en el surf somos todos iguales, no importa de qué país seas, cuánta plata tengas, si nos vemos bien o no, si tenemos las piernas depiladas o no… el surf me enseñó un montón de cosas que la sociedad no nos enseña a apreciar”. ¿El objetivo? Desaprender todo lo que nos enseñaron que es superficial y sentir más liviandad.
Repensar nuestros números
Ante este contexto de cambios, es muy importante poder organizarnos financieramente, poder saber cuáles son nuestros ingresos, nuestros gastos fijos y nuestros gastos variables es el primer paso para tomar decisiones más conscientes. En medio de esta crisis, es normal que nos replanteemos nuestra forma de consumir y nuestro trabajo y, ante esta ola de emprendimientos, Candelaria Botto, Economista con perspectiva de género, recomienda: “sucede mucho, sobre todo en el mundo freelance, que no sabemos nuestros propios ingresos y, en ese sentido, por lo menos un mes hay que anotar todos los gastos e ingresos que hacemos para tener una idea”. A la hora de emprender, deberíamos hacer lo mismo, pero con los números de nuestro emprendimiento y parece fundamental conectar con otras personas que estén haciendo lo mismo que nosotras para poder charlar de las dificultades y poder pensar estrategias para solucionarlas. Cande reflexiona: “algo que es muy importante y que falta en la sociedad, pero especialmente en las mujeres, es hablar de plata. Poder hablar con nuestras amigas de cuánto ganamos, cuánto gastamos… nos puede dar una mejor idea, no solamente a la hora de negociar nuestro salario o de poner un precio a nuestro producto o al servicio que ofrecemos, sino también darnos dimensión de dónde estamos paradas y hacia dónde podemos ir”. Eliminar el estigma de que la plata es un tema masculino resulta fundamental, así como tener consciencia de los indicadores sociales como, por ejemplo, que casi la mitad del país está en la pobreza y que los números del desempleo son alarmantes especialmente entre mujeres jóvenes: más de una de cada cuatro mujeres de menos de 29 años busca trabajo y no lo consigue. Cande nos advierte: “como mujeres tenemos obstáculos muy grandes en esta sociedad. Si pensamos que esta pandemia dejó sin trabajo a mucha gente que no solo tiene que dar respuesta a la falta de ingresos, sino también poder gestionar todo el trabajo doméstico, hacerse cargo de las hijas y los hijos, padres y adultos mayores… todas cuestiones que también repercuten en nuestra disponibilidad de tiempo”. Si bien la transformación es colectiva, cada una de nosotras debe intentar repartir más simétricamente esas tareas dentro del hogar.
“Socialmente, se sigue diciendo ‘no, no trabaja, es ama de casa’. Esta jornada de trabajo no paga repercute en la disponibilidad de tiempo en conseguir trabajo remunerado, en poder formarse o incluso de disponer el tiempo libre más allá de pasarlo con los hijos o familiares”, Cande Botto
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Candelaria Botto
Cande es economista, docente, divulgadora económica y activista feminista. Trabaja como coordinadora de la asociación civil Economía Femini(s)ta y es columnista económica en diversos medios radiales, televisivos y gráficos. Además, trabaja para Canal Encuentro generando contenido educativo y ameno sobre economía. Desde sus redes y desde Economía Femini(s)ta, comparte información valiosa y entendible sobre economía con perspectiva de género. Esta organización se sostiene gracias al Club EcoFeminita que, además, genera una red con emprendimientos de mujeres y disidencias.
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Alivianar nuestra carga mental
El tiempo de encierro nos acercó a nuestros seres más cercanos, pero también puso bajo la lupa todo el trabajo que demanda el hogar, las hijas e hijos, lo difícil que es combinar el trabajo desde casa y el trabajo de la casa, y dejó a muchas mujeres expuestas ante la soledad. Fue un año difícil para maternar y esto se generalizó para todas las madres. Seguramente, hubo madres que estuvieron más acompañadas por sus parejas, sus familiares, por alguna amistad que haya podido acompañarlas en esta pandemia, pero muchísimas no tuvieron esa suerte. Por esto, Jimena Le Bellot, Médica Pediatra, aconseja: “traten de buscarse espacios de desconexión, de relajar, de meditar, de volver… porque entiendo que entre el trabajo, la casa, los hijos e hijas, no es fácil. Priorizar, saber que si un día no se limpia la casa no pasa nada, hay que ceder porque es imposible hacer todo. Hay que tomarlo con humor, mientras se pueda, ver, leer y seguir cosas que nos hagan bien y nos relajen y que no nos llenen de presiones o nos pongan mal”. Seguimos girando en lo mismo, ¿no? Alivianar nuestra carga mental como madres, en todos los aspectos, es una tarea definitiva para estos nuevos tiempos y empezar a notar que, muchas veces, nosotras solas nos agobiamos con esta carga mental es un primer paso. “Lo primero que tenemos que hacer es notarlo y, luego, poder ponerlo en palabras y decirlo. Por ejemplo, yo ahora estoy de viaje con mi familia. Si armo la valija de mi hija, la mía y la de mi marido y cuando llegamos de viaje él me dice “uy, te olvidaste los pañales”, mi respuesta sería “no, no me olvidé los pañales, nos los olvidamos”. Porque los dos estamos a cargo de nuestra hija y, por ende, de traer todo lo que ella necesita”. Decirlo para liberar nuestras mentes de tanta carga, para que nuestras parejas se enteren de que la responsabilidad es justamente compartida y para que nuestras hijas y nuestros hijos comiencen a mamar este cambio de paradigma. A fin de cuentas, ya estamos hablando sobre todos estos temas y este es el primer gran paso dado en dirección hacia el cambio.
“Es muy difícil que una madre sola y sobrepasada pueda estar tranquila para criar de manera paciente, con amor y con respeto. La crianza con amor y respeto arranca por uno, saber que una tiene que estar bien, centrada, tranquila con una misma, para poder, a partir de ahí y desde ese lugar, criar con respeto y amor”, Jime Le Bellot
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Jimena Le Bellot
Jime es Médica Pediatra y mamá y, a través de sus redes, impulsa a las mujeres a criar hijos desde el amor, el respeto y la libertad. Con su mirada feminista, ayuda a que las mujeres alivianen la carga mental del hogar y los hijos y que comiencen a dividirla con aquella persona con la que compartan sus maternidades. Desde su Instagram ofrece contenido supervalioso para criar a nuestras hijas e hijos, pero con una mirada muy divertida y relajada del tema, brindándole así tranquilidad y sostén a su comunidad que la sigue fielmente. Además, dicta talleres para que más familias sigan criando de manera respetuosa y contenida.
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