Es cierto que, al llegar al hotel, me esperaba algo imponente. Pero, es aún más cierto, que lo que encontré en Panoramic Grand Hotel fue mucho más de lo que me esperaba. Esa sensación de decir “uau”, sentirse inmersa en plena abundancia… No es muy común que, antes de hacer el check in en un hotel, sientas que tu viaje ya está ganado, ¿no? Sumado a que Iguazú es uno de los pocos lugares de Argentina con tanta biodiversidad y riqueza multicultural, apenas puse un pie, supe que mi decisión de viajar hasta allí, había sido la correcta.

Hotel sweet hotel

Anclado en un entorno paradisíaco, Panoramic Grand es un hotel-paisaje 5 estrellas que tiene esa ubicación justa que te hace sentir en medio de la nada pero, a la vez, estás cerca de todo. La vegetación que lo rodea te transportan a la selva, pero con una caminata de cinco minutos estás en el centro de Iguazú, donde hay restaurantes, cafés, tiendas y el mítico cruce de las siete esquinas. Un dato no menor es que el hotel está a veinte minutos de ese lugar donde la fuerza del agua te hace sentir más viva que nunca: las Cataratas. Pero, ay sus vistas…. Frente a mí tenía la desembocadura de los ríos de Iguazú y Paraná en la triple frontera de Argentina, Brasil y Paraguay que, en la hora mágica, te transporta al mismísimo mundo de los sueños. Guardo en mi corazón cada color de los atardeceres que viví relajada en la piscina de Panoramic Grand, viendo el cambio en el cielo al ritmo de la música placentera. Así, estar en su jardín y su piscina, se vuelven un plan en sí mismo y allí es donde se ubica el Buena Vista Bar, que no podía tener un nombre más apropiado y que, además de una piscina de ensueños, incluye baño romano y gimnasio mirando al río. A este paraíso, se le suma su excelente servicio y la amabilidad que caracteriza a su personal, te hacen sentir como en casa pero estando de vacaciones.

Consciencia y legado

El hotel nació como un proyecto de revalorización del patrimonio histórico de la ciudad y es parte de la historia de Puerto Iguazú. Su construcción marcó el inicio de la época dorada de la ciudad y el desarrollo del turismo en la región pero, durante la crisis de los años 80, cerró las puertas para volver a abrirlas en el año 2007. Así, Panoramic Grand nace como un proyecto de rescate y puesta en valor del patrimonio arquitectónico histórico local. La visión consciente de este hotel, también fue algo que me flechó. Para ellos es primordial la optimización de los recursos naturales de su entrono y, en sus prácticas, implementan un sistema de gestión sustentable que evita y disminuye el impacto de sus actividades, así como también la utilización eficiente de los recursos que esta maravillosa tierra nos da. Y eso se ve en cada uno de los servicios que el hotel ofrece, en el piso cinco, donde está ubicado el Spa del hotel, y en donde las increíbles vistas se magnifican, uno puede acceder a tratamientos a base de ingredientes naturales y materias primas puras, sin acabados industriales, logrando la reconexión que uno busca cuando elige este destino para descansar. 

Oh, si… gastronomía regional

Saben que me encanta en mis viajes probar las comidas típicas de cada lugar, y la propuesta del hotel posee un  valor diferencial, en el restaurante Doña Flor, la cocina es el resultado de una combinación de sabores tradicionales de la región con creativas innovaciones. La propuesta de Panoramic revaloriza las recetas de las pioneras de Misiones con nuevos ingredientes, incorporando productos de estación elaborados en las chacras misioneras. La carta posee una riqueza excepcional que es la vuelta a lo hecho en casa y a la cocina de entorno, así, se ofrecen nuevas versiones de platos ancestrales.

Disfrutar con seguridad

Algo que me preguntaron mucho es, cómo es viajar en plena pandemia, y cuán segura me sentía de hacerlo. Realmente, uno se olvida que está en presencia de una amenaza, porque el servicio que ofrece el hotel está pensado para que eso suceda. Con la incorporación de  tecnología mejorada para el registro de huéspedes, control de temperatura al ingreso, estación de limpieza de manos y alfombras sanitizantes en diferentes áreas del hotel, la sensación de seguridad está presente todo el tiempo. Además, incorporaron nuevos procedimientos de manipulación de equipajes, en las habitaciones el retiro y la limpieza de blancos se lleva a cabo a través de cuidadosas prácticas y ofrecen un kit sanitizante para cada huésped. El desayuno es asistido y tanto el restaurante como las distintas actividades en el gimnasio y el spa, se pueden reservar con antelación para respetar la capacidad y el cuidado de cada uno de sus huéspedes. Hoy, más que nunca, necitamos cortar un poco con esta rutina que el contexto nos empujó que adoptemos y, hacerlo de la mano de un hotel con consciencia, es una decisión que solo puede traer cosas buenas. 

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